33- Stave.

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No sabía si era él, o es que hacía un frío que por el vestido que portaba no ayudaba mucho, sus brazos estaban desnudos mostrando gran parte de sus pecas de su muñeca y codos, además de tener más debajo de la rodilla una zona perfecta donde se colaba el frío; algo bastante malo cuando era muy fácil de enfermar.

Como ahora era su hora libre, pudo cambiarse con algo que podía decirse abrigador, había ignorado las advertencias de su hermano, y ahora prefería quedarse adentro a que salir a tomar un gélido aire, así que simplemente se sentó en un rincón bastante apartado, revisando su celular que pocas veces podía tenerlo a su mano.

De pronto, había girado su cabeza al sentirse observado, y era el minino que había sido recogido por Geno, también estaba temblando, pero no se atrevió a tomarle, solo se le quedó viendo como quien se perdía en la nada, hasta que desde su panorámica, vio en el mismo sofá largo una mano que palmeaba con suavidad, llamando la atención además del de pecas, al pequeño gatito.

Alzó su mirada con lentitud, pero se detuvo a la mitad al reconocer el abrigo, no podía ser nada más que el chico que le había hablado hace bastantes días atrás, aunque solo estaba concentrado en el animal que subía por su ropa hasta acurrucarse en la parte del gorro, allí sus propias pupilas se habían desviado hasta su cabeza, y por ende la sonrisa compasiva y tranquila del de ropas esponjosas.

No sabía si estaba envidiando que él sí podía disfrutar de estar templado o curioso de su persona, pero optó conociéndose por la primera. Iba a seguir con su celular, pero no había reaccionado a tiempo para cuando Outer también le miró, haciendo de su expresión una más amable.

— Hey.

—...Hola. —Saludó inseguro el de pecas, sabía que él mismo había sido el responsable para ahora estar tan incómodo, era un error que siempre cometía y no sabía remendar, dándole problemas con relacionarse, lo peor, no se arrepentía a veces.

— No sé si me recuerdas... Pero disculpa si fui molestia el otro día cuando hablé contigo.

— Ya, ni me acordaba que pasó eso. —Mintió, tratando de sonreír, logrando su peculiar expresión de sarcasmo.

— ¿Entonces soy perdonado?

— ¿Ah? Dije que no recuerdo la instancia, por lo que tus cargos son retirados sin más que hacer. —Rodó sus ojos, aunque divertido, no volvió a mirarlo por un rato para dar un descanso de su intento de sociabilizar "correctamente".

— Es la costumbre, pero lo tomaré como un sí.

Con un silencio hostigador para Stave al quedar con un punto de hielo en su conversación, queriendo escapar, se puso de pie, debía volver a cambiarse, le dio una última ojeada, frunciendo levemente el ceño.

— Si te vas, recuerda dejar el gatito por ahí, o te denuncio por roba gatitos.

Outer tardó en reír mientras Stave se retiraba a zancadas.

— Lo haré.

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