3 Sirvientes; 3 clientes.

52- Error.

Error tras todo un tiempo de búsquedas por fin pudo interceptar con su compañero de salón, es decir a Reaper, quien estaba mirando desprevenido la ventana de uno de los edificios. El azabache no perdió nada de tiempo y con rapidez tomó el hombro del mayor para girarlo hasta que estuviera frente a él. Reaper casi no tuvo reacción por su acción tan repentina, solo se sobresaltó por ser sacado de sus pensamientos sin previo aviso.

— Por fin te encuentro, idiota. —Gruñó Error.

El mayor tras dos segundos pudo esbozar su singular sonrisa, cansada pero aún con su personalidad coqueta.

— ¿Qué quieres, Error? No te veo desde hace un tiempo ~.

— No te hagas el chistoso conmigo, Reaper, tú te has estado escabullendo desde lo sucedido en el local con mi hermano ¿Crees que no supe?

— Sé que no servirá mi perdón. No sé qué pasó para llegar a ese punto.

— Por tu estúpida obsesión e idiotez. ¡Solo querías verlo con vestido! —Error con ambas manos tomando sus hombros lo zarandeó contra la pared para después alzar sus brazos en gesto de cólera— ¿¡Acaso te arrepientes!? ¡Geno sigue estando perseguido! Ni siquiera puedo caminar por la casa tranquilo sin que el crujido de la escalera lo altere. ¡Todo por tu jodida culpa! ¿Creías que le gustaba que tú le coquetearas y hasta le acosaras? ¡Mi hermano puede no decir las cosas directamente pero no por eso no las siente!

Error no recibía respuesta por el contrario, haciendo que su paciencia se acabara, no quería hablar con una pared, mucho menos con quien pocas veces se tomaba en serio las cosas, debía dejar tal amistad, no sería amigo de quien había hecho un daño muy fuerte a quien quería mucho fraternalmente.

Se apartó, dejando camino libre al mayor para que se fuera, pero éste persistió con una mirada perdida, su sonrisa desapareció igual que sus pupilas. Error apretó su propio entrecejo entre sus dedos para suspirar roncamente.

— Tienes dos opciones. Vas y te disculpas con él para después alejarte de su vida o solo te alejas sin dejar un maldito rastro. Ya eres un jodido adulto, eres mayor que yo, ¿Acaso estás enfermo? Ashh.

Rendido, el menor se fue por sus propios talones, sin ver el gesto de Reaper de cubrirse el rostro con las manos y suspirar tenso, claramente no había dejado de pensar desde el incidente su fatal error, se sentía muy culpable.