3 Sirvientes; 3 clientes.

53- Reaper.

Con un evidente dolor mental estuvo todos esos días, desde lo que había dicho su antiguo amigo, su culpabilidad solo lo carcomía aún más, los pecados recorrían su espalda, haciendo de un gran peso que apenas podía soportar. Se pasó las manos por el rostro por quinta vez en el minuto, buscando despejarse, pero no había caso, las lágrimas de miedo y molestia por parte del de bufanda roja seguían en primer plano, si seguía así no pasaría tampoco el examen de grado y sería solo su propia culpa.

Tomando resoluciones, se frotó las manos un poco antes de ingresar por el sector donde el local era común, allí tenía permitido entrar siempre y cuando intentara no acercarse al otro lado, pero Reaper tenía tal intención, solo debía no lucir sospechoso y estar calmado, era primera vez que sentía que sus palabras podían tener mucho peso, hasta el punto de decidir lo que deparara su futuro, de ese modo estaba.

Estuvo más de media hora, sin pedir más que un pequeño café del cual quiso llevarse al instante, lo pagó y comenzó a observar la vitrina algo decaído, no se le ocurría ninguna forma de encontrarse con el de bufanda roja, solo la cocina conectaba ambos locales. Hasta que de repente aquella prenda hizo que su atención sobresaltara, era el propio Geno que estaba pasando frente al local, estaba tan distraído que no notó que tal hora era donde el contrario tenía un descanso.

Se levantó rápidamente, para poder salir casi desesperado, se detuvo para no asustarlo, era lo menos que quería si deseaba disculparse por ser un terrible idiota, alzó su brazo llamando, apenas se pudo escuchar a sí mismo.

— ¡...Geno!

Por lo menos había sido audible para el adverso, quien al ver quien lo llamó su expresión se hizo más angustiada, sus piernas se detuvieron en seco, y se notaban desde la distancia entre ambos que estaba flaqueando por su inesperada visita.

— A-Aléjate. Ya te dije que no te quería ver en mi local...

— Estoy fuera, lo entiendo, pero... No vengo a por lo mismo. —El de capucha intentó no acercarse abrupto, solo cuando sabía que era seguro adelantarse unos pasos para no tener que alzar la voz, ya cuando los separaba una distancia normal, suspiró evidentemente arrepentido— Quiero disculparme por haber hecho toda esa estupidez de acosarte sin control, quizás no pueda conseguir tu perdón, pero quiero que sepas que estoy arrepentido, ¡No puedo dejar de sentirme culpable! ¡Y lo soy! Si no quieres volverme a ver, dejaré de venir, pero solo quiero tu disculpa...

Trataba de hablar más, poder extenderse pero solo salían más disculpas, perdones, casi ruegos, buscaba en la cuenca ajena alguna respuesta, pero solo había confusión y ninguna otra expresión.

Tras largas búsquedas del perdón, Geno acalló sus palabras con un suave "basta", haciendo que Reaper dejara de hablar de inmediato.

— No es fácil para mí perdonarte así como así... ¿Tienes en cuenta eso, no? —Reaper asintió— Hiciste que me costara mucho estar en paz, incluso si era acompañado por alguien cercano mío, tenía y sigo con miedo. No confío en ti... Pero te doy una oportunidad.

— ¿Así...? ¿Tan fácil...?

Geno alzó una ceja, pero sonrió negando con la cabeza.

— Eres un idiota, solo empecemos otra vez. ¿Ya?

Se creía en un sueño, pronto Reaper aliviado estrechó la mano con la impropia, iba a ser una mejor persona, no debía defraudarle a quien le estaba dando una valiosa oportunidad.

— ¿Sigo teniendo permiso de subir?

— Harás que me arrepienta.

— Heh ~.