3 Sirvientes; 3 clientes.

67- Geno.

Tras unos días, justamente en la mañana, Geno había llegado al salón común de los meseros, era un poco más temprano y tenía una razón de la cual al principio no se creyó aceptar, Reaper le había pedido esa instancia para charlar antes de ir a la universidad, pues por sus estudios apenas podría tener ocasiones.

El de capucha entró tras de él, yendo directo al sofá que había ahí sonriendo ladino, se sentía bastante gustoso de esa soledad, el ambiente era íntimo, solo para los dos, el de bufanda se sentó a su lado, algo somnoliento apoyó su cabeza en el respaldo con su cuerpo virado al mismo lado, donde estaba el mayor.

— ¿Tienes sueño? —Preguntó burlón.

— Por tu culpa que me haces despertarme antes. —Respondió a rastras, Reaper pasó su mano por el cuello de su camisa, la tenía mal doblada y se la arregló.

— Solo sería esta ocasión, dentro de poco tengo que irme a dar ese examen que todos odian.

— Te veo muy tranquilo.

— Quizás. —Respondió bajo— Pero es porque estoy contigo.

Geno por el sueño no interpuso el rostro ajeno con el propio con su mano, se dejó acariciar su pómulo con un tenue rubor, sus sentimientos por el de capucha estaban claros, tras todo el tiempo de problemas, el dolor tan distorsionado debido al mal inicio de su relación, todo resultaba claro y pese no lo dijera en voz alta, en sus acciones se podía expresar.

Un gran escalofrío sintió recorrer por su cuerpo cuando el mayor se acercó y le dio un beso, uno especial, uno tan cariñoso y lento que lo dejó sin palabras en la boca, tenso pero aceptando el gesto, correspondió haciendo también presión con su cabeza sobre la otra, cerrando su cuenca avergonzado.

Ese momento iba a llegar, tarde o temprano.

Tal gesto había sido interrumpido debido a un resuello por parte de un tercero en el salón, Ink había entrado también temprano, Geno se había olvidado que vivía ahora con él y al salir antes que el otro solo levantó las sospechas. Se separó del beso totalmente rojo, Reaper también se sorprendió pero no se inmutó de las risas por parte del mesero.

— ¡Lo sabía! ¡Sabía que iba a ocurrir esto! —Dijo ignorando las quejas de su jefe, se dio vuelta y se retiró todavía hablando. — Debo decirle a los demás para que me paguen la apuesta ¡Pffhahaha!

A Geno se le fue todo el sueño por eso, tapando su rostro con las manos. Reaper rió coqueto.

— No me lo esperaba, pero que lo sepan todo no es nada malo~.

— ¡Cállate! —Se quejó— Vete a hacer el examen ese. Mgh.

— Gracias por la buena suerte.

Reaper se levantó sonriendo divertido, tomó la mano ajena alejándose y soltando sus falanges por la distancia, Geno maldijo todo en voz baja, pero al menos a gusto de la vibración en sus labios.