Tristemente el tiempo pasó, llevaba un mes visitando aquel local con la esperanza de coincidir con aquel chico de pecas, pero llevaba un mes sin que apareciera. No podía preguntar cómo le iba, poder lograr que le conversara, todo había sido muy rápido y fatídico que parecía que no había oportunidad, que el destino solo le había presentado un chico más y no un amigo.
Sentía que el café ya no tenía el mismo gusto, le faltaba dulzor, no importaba si pidiera con miel, la esencia que había captado las primeras veces se había esfumado de igual forma que según el hermano de Error dijo, Stave. Tenía curiosidad, no lo podía negar, pocas veces encontraba esqueletos con tales características, con pecas peculiares cubriendo su rostro y manos, sus pupilas tan desconcertantes y llenas de pánico... Era solo un joven recién comenzando en el mundo adulto.
Suspiró desconforme, moviendo de su taza como si se tratara de una copa de vino, era algo aburrido si no estaban tampoco sus compañeros con él, pese no pudiera hablar de lo que le gustaba, al menos podía ver como se mataban entre ellos, una vez pasabas tiempo con ellos, era divertido.
Uno de los meseros preguntó si deseaba algo más, su vestido pomposo con varias cintas, no demoró en reconocerle, era Ccino. Negó con la cabeza por su petición, no obstante, antes de que se fuera habló.
— Eh, sí, quería preguntar algo. —Tomó con ambas manos su taza, sin contraer su sonrisa perezosa— ¿Sabes... de Stave? Aquel chico de pecas. No lo he visto hace un tiempo y me preguntaba si estaba bien.
El mesero parpadeó, parecía titubear; se encogió de hombros.
— Su estado me es un misterio, puede que el señor Geno le atienda. ¿Quiere que le llame?
No podía sobrepasar el límite, pensó, el de bufanda estaba también atendiendo, quizá por la falta de personal, quizá hasta estaba quitando tiempo a quien ofrecía su ayuda. Suspiró.
— No, no, así está bien. Gracias.
Ccino hizo su reverencia y siguió con su trabajo.
Outer dejó su taza ya vacía a un lado, para buscar con la mirada al minino que ya le había agarrado cariño. Se levantó, pero no tuvo que buscar más al ver que allí en la esquina de los sofás sin mesa estaba durmiendo sin compañía. Era uno de los pocos que estaba en una edad muy temprana, quizá menos de tres meses. Acarició su pequeña cabecita con sus dedos, recibiendo un bostecito del minino quien al abrir sus ojos y reconocerle, empezó a maullar bajito; se levantó con torpeza y se subió escalando su abrigo.
Outer rió enternecido, y se quedó mimándolo hasta tener el valor de dejarle hasta otro día.
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3 Sirvientes; 3 clientes.
Fanfiction× ErrorInk × Afterdeath × OuterStave. × Capítulos cortos. Tres amigos, deciden ir a visitar un café donde trabajaba el hermano de uno, ninguno de ellos sabía que los tres Sirvientes los conquistaran a primera vista. #1 En Undertale 14/10/18 #20 en...