3 Sirvientes; 3 clientes.

55- Geno.

Geno había decidido que si Reaper le iba a visitar, que le llamara por celular, de este modo se evitaba los conflictos de las llegadas inesperadas y su miedo apaciguar poco a poco. Fue una medida que funcionó, ahora estaba teniendo una conversación pacífica con el de capucha en el parque más cercano del local, era un día feriado donde no podían abrir el café así que tras pasar y ver el estado de los mininos, fue a juntarse con el adverso.

No le agradaba a veces pensar que aceptaba tan fácil las peticiones del mayor en poder charlar, pero tras todo el embrollo desenredado sentía que no era del todo malo explayarse junto a él, apartando todos sus diálogos subidos de tonos que eran bromas que no podía evitar... podía ser muy agradable hablar con él.

Vio al de capucha inclinada en el banco que había en tal plaza, alzando una mano como saludo para el menor, Geno suspiró correspondiendo el gesto; se sentó a su lado. Conversaron normalmente como si todo lo ocurrido anteriormente no existiera; gustos en común, situaciones, el de bufanda le alegraba que Reaper no fuera tan idiota como creyó en un principio.

No obstante, el tema giró hacia uno que no quería decir, le recordaba un poco a los primeros intentos de Reaper con sacarle la verdad de una forma coqueta.

— Geno, puedes ser sincero conmigo esta vez, siento que tienes algo con los vestidos para que seas reacio a usarlos.

El menor desvió su mirada, un poco aturdido, ¿podría contarle? ¿No se burlaría de él? Ahogó su suspiro por segunda vez, sobándose los brazos dándose un apoyo moral.

— Por la misma razón que hice el local. Por un mensaje. —Explicó— Que un hombre podría usar un vestido y no le iban a recriminar, que las personas pueden hacer cosas y mientras no sea ofensivo o traiga problemas estaba bien. ¿Qué tiene de peligroso que alguien quiera hacer algo distinto? Que a un hombre le guste usar faldas, que le gusten los gatos... Uhg.

— ¿Sin embargo?

— Sin embargo, no pude participar porque no tengo el suficiente valor. —Geno en vez de expresar alguna tristeza evidente, esbozó una triste sonrisa, mirando ahora el suelo— Por el miedo a que personas se burlaran o como cierto esqueleto, me acosara, por eso admiro a mis compañeros de trabajo, pese uno esté obligado igual sale adelante.

— Oh vamos, ya me había disculpado.

Geno irguió su espalda, parecía que quería tomarse un tiempo e irse, pero Reaper le detuvo para darle un pequeño abrazo, el de bufanda no correspondió, pero apoyó su cabeza en su hombro suspirando.

— Si ellos lo han hecho y no han recibido tal trato, tú también podrás, me resistiré en no piropearte. ~

El menor le dio un pequeño golpe al pecho del otro.

— Heh... Dudo que pueda.