3 Sirvientes; 3 clientes.

49- Geno.

Su rostro había sido atacado por sus lágrimas que ya dejaron de caer por sus mejillas hace unos minutos, se sentía fatal, no sabía qué le ocurría, desde ese día donde Reaper había colmado toda su paciencia se sentía peor de una forma emocional, ese sujeto había sido principal culpable que su rutina cambiara, y más de alguna vez había tenido alguna conversación normal aparte de sus ligues desvergonzados.

No sabía qué pensar, en esos días no quería ver nada del de capucha, pero ahora que se había ido estaba dentro de una dicotomía muy extraña, deseaba poder charlar con tal de entrelazar palabras más maduras, hacer una conversación para lograr conocerse mejor, pero el miedo le consumía además del enojo pensar que solo quería que usara un vestido y un interés superficial como había oído alguna vez de Error.

Todo ello había contado a su amigo, Blard, que prestó su hombro para que pudiera llorar tranquilo, mientras le mimaban la espalda para que estuviera un poco más calmado y alivianado.

— Nunca te vi tan inseguro, Geno. —Dijo el mayor, hablando una vez supo que podía hacerlo.

— Tampoco me he visto así... Al parecer la gente tiene razón que es distinto vivirlo que aconsejarlo...

— No necesariamente. —Sonrió con suavidad, haciendo que su amigo le mirara mientras le secaba con un pañuelo sus mejillas, Geno se dejó, ya acostumbrado al trato amable que le proporcionaba el adverso— Lo que sucede, que en tal estado pierdes consciencia, uno queda en blanco y no sabe qué hacer, por eso no debías haberlo guardado por tanto tiempo, quizás un consejo de alguien, no necesariamente de mí, hubiera impedido que estuvieras tan mal.

— Es tarde para retroceder el tiempo. —Suspiró.

— Pero no para remediarlo. Geno, Reaper según me has contado tiene una personalidad menos conservada que tú, pero tú has dejado que se saliera con la suya.

— Blard, ¿Dejarás de echarme en cara mi error?

El susodicho rió bajo, negó con la cabeza.

— No, es necesario para que no suceda otra vez. Porque esto tiene solución, pero ya no es tu responsabilidad, es la de Reaper a que vaya y se disculpe, si realmente te aprecia como tú lo has hecho en estos meses, tendrá que hacerlo. Allí verás si realmente lo que siente por ti es cariño o solo una atracción frustrada. —Le palmeó el hombro esbozando una dulce sonrisa— Ten paciencia, Geno, si no vuelve o si lo hace pero repite el proceso, debes ser firme y saber que él no te merece.

Geno se dejó abrazar, necesitaba un apoyo como el de él, apreciaba mucho la ayuda de quien quería mucho, por más que no fueran nada no era necesario, no se amaban pero se apreciaban del modo casi entre hermanos. El de bufanda dejó que Blard volviera a su trabajo, pues le había llamado para no tener que recurrir a ninguna de las dos casas, ahora solo tenía que esperar para que Reaper se disculpara y seguir el consejo de Blard, no podía estar toda la vida esperando o perdonando.