3 Sirvientes; 3 clientes.

80- Extra - Ink.

Ink miró nervioso aquella casa, el azabache le esperaría afuera.

Se acercó a la puerta para tocarlo, había pasado casi un año desde que no había vuelto a visitar aquel lugar que llamó hogar por mucho tiempo. La puerta no se demoró en abrir, viéndose a su hermano Zephyr que abrió sus cuencas con sorpresa, antes de que pudiera hablar y decir lo que había preparado y memorizado para pedir perdón, el mayor le abrazó con fuerza.

— Lo siento por todo, hermano.

— Perdona por ser un esqueleto fuera de este mundo.

Entraron a la casa solo para poder hacer más que una despedida definitiva, un aviso de su condición, su ausencia había sido prolongada y sin haber rastros había preocupado a aquella conservada familia. Aprendieron su lección, intentando apreciar los logros de Ink.

Se sentía mucho mejor con el peso de sus hombros liberados, y tras unos hermosos minutos, se volvió a retirar tras un abrazo a cada uno, llegando donde Error quien ya se estaba ansiando por tanto tiempo parado.

— ¿Te fue bien?

— Mucho más de lo que creí.

— Más les valía. —Gruñó— ¿Ahora podemos volver a nuestro departamento?

— ¿Puedo dormir en tu cama?

— Joder, Ink, vivamos solo los dos y solo hay una cama.

— ¡Dilo!

— Ahg, bien, sí puedes dormir conmigo.

— ¡Muy bien, de celebración te daré leche de chocolate!

— Espero que sean con chispas de chocolate y no moras negras.

Se tomaron de la mano, caminando de vuelta al lugar donde ambos vivían juntos, como había dicho Geno, toda aquella vida junto a Ink estaba empezando, andando sobre ruedas y superando los baches.

Esa era la vida de tres sirvientes y tres clientes.

Fin. ♥️