61- Geno.

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El de bufanda se encontraba en su sofá leyendo una revista donde habían promociones de vestidos, no obstante su lectura se fue detenida por la llegada de su hermano menor, eran las doce de la noche y el mayor sabía que había salido con su curso, ya sabía que lo iba a encontrar al menos un poco influenciado por el alcohol, aunque se asustó de su llegada imprevista.

Escondió la revista y fue a su encuentro, suspirando tras llevarlo al sofá, no importaba si insistía que estaba bien, solo mareado.

— Odio esto, de verdad. —Dijo gruñendo, cruzado de brazos.

— Lo que vas a odiar es la resaca de mañana.

— ¡No he tomado nada! Es culpa del estúpido de Reaper.

El de bufanda alzó una ceja, sentándose a su lado.

— ¿Ahora qué hizo?

— Pues acosarte y hacer que estuvieras deprimido. —Gruñó otra vez, cruzándose de brazos para quedarse mirando con el ceño fruncido el suelo— Yo no quería que te pasara eso, yo mismo lo hubiera golpeado en todo la jeta a ver si recuperaba un poco de inteligencia.

— No es tu culpa, Err-

— ¿Sabes qué? Iré a golpearlo ahora mismo.

Error se levantó pero Geno se lo impidió extendiendo el brazo como barrera para que cayera de nuevo en el sofá.

— Escúchame, hermano... También fue parte de mi culpa no haber dicho nada, cometí esa equivocación pero hemos podido solucionarlo.

—... ¿Sales con ese idiota?

— ¿S-Salir?

— Eso me dice todo. —Bufó Error— Si hace algo, dímelo y esta vez le amenazaré con más ganas.

Los dos quedaron en silencio, uno hielo que ninguno de los dos sabía interpretar, Geno iba a mandar a dormir a su hermano y así también irse a descansar, aunque algo se lo estaba negando, intuición. Miró de reojo al azabache; con voz suave y maternal habló.

— No es normal que tomes... ¿Ocurrió algo?

— No te importa...

— Sí me importa, eres mi familia, y quisiera ayudarte.

— No vale la pena. —Error alzó ambas manos— Ink no vale la pena si es un estúpido.

— ¿Ink...? ¿Qué hizo?

El de huesos negros chasqueó la lengua.

— Repitió su tontería de hablar sin pensar.

Ya con eso lo decía todo, Ink podía ser una caja de sorpresa pero una caja predecible cuando se trataba de hacer locuras, no era de esperarse que Error viviera otra vez una situación incómoda y por algún motivo explotar, quizás por ello había visto decaído a Ink ese día de trabajo.

Palmeó su hombro, apretándolo posteriormente.

— Ambos concordamos que Ink es un idiota, ¿Cierto? Puede ser olvidadizo, pero él está viviendo algo muy difícil y los nervios de tener al chico que le gusta tan cerca le hacen perder el control de sus palabras. —Habló con suavidad, aunque después agregó con más firmeza— Sé un hombre y si tanto te gusta ve a disculparte, porque se ve más de dos metros que te gusta y si te dejas influenciar por solo una cosa no creo que sea bueno que sigas con él. Si te hace sentir mejor, yo hablaré con él y diré que eres idiota y el mismo cuento. ¿Ya?

—... Te odio, hermano.

— También te quiero. —Sonrió, y le dio más palmaditas levantándose— Ahora a dormir.  

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