3 Sirvientes; 3 clientes.

50- Ink.

Se acaba invierno, ya no era tan necesario ir abrigado, y la fecha era perfecta para poder usar mejores vestidos, así pensaba mientras revisaba un catálogo de vestidos para el trabajo, tenía que esperar que Geno terminara unos papeles así que ese tiempo podía aprovecharlo para poder hablar con su amigo Error.

Ahora podían compartir esos pequeños momentos para charlar, conocerse mejor aunque entraban algunos descuidos por parte del de huesos claros, descuidos que al menos no eran tales como para molestar a Error, quien trataba de acostumbrarse, de todos modos, sus compañeros de la universidad eran peores.

— He visto que todas las revistas que lees se quedan acá. ¿Es que acaso no lees en casa?

Ink dejó de estar viendo los vestidos para mirarle, parpadeó unas cuantas veces antes de abrir su boca al comprender a lo que se refería, y recordar que Geno era el único que conocía lo que pasaba con su familia, así que cerró la revista para arreglarse el abrigo, ya estaba cambiado. Vio al azabache que acariciaba a Jammy, se veían muy tiernos.

— Si ven mis revistas las romperían y quizás quemarían. —Respondió casi como si nada, dejando a un Error con una expresión de obvia confusión.

— ¿Qué? ¿Es que están locos?

— Digamos que no les gusta mi forma de vida. Yo antes me dedicaba a pintar pero fui amenazado en que consiguiera un trabajo o romperían mis cuadros. Así que me conseguí el trabajo acá, algo peor. —Narró Ink, mirando sus propios pies teniendo algunos recuerdos nada agradables— Ahora vivo en el ático y a veces no me dejan nada que comer.

El rostro del azabache iba cambiando de acuerdo el menor le contaba lo que vivía, hizo sus manos puños, apretando, estaba claro que estaba muy molesto por esa gente que era cerrada, también opinaba que a veces Ink podía ser muy liberado, hasta el punto que podría afectar su propio futuro, pero llevarlo a tales condiciones...

— Eres un idiota, Ink.

— Me lo dicen mucho.

— ¿Por qué sigues ahí? ¡Ahg! ¿Es que no tienes dónde quedarte? ¿Un amigo o algo? ¡¿Por qué te dejas maltratar?! ¡Estás como mi hermano! ¡El tarado de Reaper le dañó psicológicamente y no hizo nada para defenderse!

El menor se quedó mirando y escuchando los regaños por parte de Error, sabía que tenía razón, muchas veces le dolía más su mirada que algún golpe que recibió por parte de su familia, y no había hecho nada para evitarlo. Se limpió una pequeña lágrima, quedando en silencio.

Error al mirar lo que provocó, gruñó exasperado, no quería tampoco recriminarle por todos sus actos, de todos modos así era Ink y había que aceptarlo como tal. Dudoso se levantó, dejando al minino a un lado, y abrazó al de pupilas cambiantes, y a los segundos fue correspondido.

— Pronto podré empezar a arrendar... Geno me dijo que me aumentaría el sueldo según el trabajo lo dice, mientras más esté acá seré mejor pagado... Pero igual quiero a mi familia, quizás ellos no pero saber que están bien es bueno, ya estoy acostumbrado no ser bienvenido en otras partes.

Se quedaron en silencio, incluso cuando Geno bajó, Error le había dirigido una mirada a su hermano, una que tenía algo de culpabilidad, el de bufanda suspiró, para acercarse a los dos y también darles un abrazo, todos lo necesitaban.