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-Oye, Jackson.- Mark lo sacudió para que se despertara. El omega había dormido toda la noche de un tirón. En parte eso era bueno, Jackson necesitaba descansar un poco de tanto estrés, pero ya estaba bien entrada la mañana, no podía dormir para siempre.- Levántate ya y come algo. Anoche no quisiste cenar. Vas a parecer un fósforo si sigues con la dieta.

Jackson se levantó poniendo una expresión fastidiada y se quitó las sábanas de encima alejando a Mark de un manotazo. El alfa se había tirado encima de él para decirle todo eso en el oído a la vez que le soplaba en la oreja. Algo que Jackson encontraba extremadamente irritante y Mark lo sabía.

-Ya voy, ya voy… Aish…

-Con que lo digas una vez basta.- Mark se dejó caer sobre la cama con una sonrisa complacida. Observó en silencio como Jackson se estiraba y sacaba sus orejas y su cola un momento para sacudirlas. Aun traía puesta la sudadera que le había comprado el día anterior, realmente le quedaba bien. Mark se la había probado en la tienda y a él le venía enorme, parecía un espantapájaros o algo así, pero a Jackson le lucía genial. Tomó nota mental de que trataría, dentro de lo posible, de comprar más ropas para Jackson. Ya el pobre no se pasaba todo el día en la casa, al vivir aquí él podía salir y tener amigos, no sería agradable que siempre usara lo mismo.

Jackson bajó a la cocina mientras aún se restregaba los ojos. Realmente había dormido profundamente pero su cuerpo se seguía sintiendo cansado. Olfateó rápidamente en búsqueda de la esencia de J.B. pero, al parecer, su alfa llevaba buen rato sin salir de su habitación o fuera de la casa, pues apenas se sentía su olor. El olor que sí le llegó fue el de Yugyeom al mismo tiempo que la espalda del alto omega aparecía en su campo visual. El menor estaba preparando un batido mientras tarareaba y meneaba su cuerpo al ritmo de alguna canción que resonaba en su mente. Jackson se acercó a él, sintiéndose cada vez más curioso por el sutil cambio en el olor del chico.

Tan distraído estaba Yugyeom en su baile y su batido que no sintió la presencia de Jackson a sus espaldas, aun cuando este se inclinó sobre su hombro para olisquearlo.

-Yugyeom…- la voz gruesa de Jackson lo sacó de su mundo y lo hizo pegar un pequeño brinco de sorpresa.

-Hy-hyung…- Yugyeom se giró y se alejó un par de pasos, sorprendido visiblemente por la presencia del mayor.- Buenos días. Me asustaste.- una rápida sonrisa adornó sus labios, pero se desdibujó en cuanto notó la mirada insistente de Jackson sobre su cuello.

-¿Te has enlazado?- Jackson frunció el entrecejo. Estaba listo para decirle un par de cosas a Yugyeom, pues seguro lo había hecho por algún impulso tonto, pero algo en el olor del chico le decía que el asunto probablemente no fuera tan sencillo. Ese suave toque de albahacas que acompañaba el siempre dulce olor a jazmines de Yugyeom lo hacía dudar.

-Yo… esto…- Yugyeom se llevó una mano al cuello, como si de esa forma pudiera enmascarar lo que Jackson ya había notado. Era inútil ocultarlo, realmente era bastante obvio.- Sí, lo he hecho.

-¿Con qui…?- Jackson iba a preguntar, pero en ese momento Jinyoung entró a la cocina, solo llevaba unos shorts de mezclilla y se rascaba insistentemente alrededor de la herida que adornaba su cuello.

-¿No tienes unas vendas para…?- él también iba a preguntarle algo a Yugyeom pero sus palabras se detuvieron al encontrarse con los ojos de Jackson.- Jackson…

-¿Y a ti que te pasó?- Jackson estaba entendiendo cada vez menos, pero su olfato nunca lo había engañado, al menos no de aquella manera. Jinyoung traía también el olor de Yugyeom. Pero los olores no estaban superpuestos, como cuando estás muy cerca de alguien y su olor se te "pega", los olores estaban mezclados, y eso solo podía significar una cosa, por muy poco sentido que tuviera.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora