Desde que Mark se despertó, había notado la rareza en el ambiente. Solo le bastó abrir la puerta de su habitación para notar lo que estaba sucediendo. Contrario al olor de Jackson, el olor de otros omegas sí podría ser un asunto serio para él. Lo primero que Jinyoung le había dicho era que tratara de evitar problemas con los demás híbridos, además, el pobre Yugyeom estaba debutando, lo mejor que podía hacer, como alfa, era irse hasta que las cosas se calmaran un poco. Solo rezó porque tuvieran supresores, de lo contrario, estar allí iba a ser un infierno para él.
Una vez que salió de la casa, el sol de la mañana le dio directamente en los ojos, haciéndolo entornar la vista y llevarse una mano a la frente, a modo de visera. Realmente salir tanto por las noches le estaba afectando. La luz del sol casi se sentía dañina. Sin saber exactamente qué hacer, miró a un lado y a otro de la calle. Debía buscar trabajo, así que, lo mejor que podía hacer, era deambular por ahí, hasta que apareciera algo. Cuando finalmente decidió ir hacia la izquierda, un estruendo lo hizo girarse. Del otro lado de la calle, en la tienda que había al frente, acababa de ocurrir algo cercano a una catástrofe. O al menos eso parecía, porque alguien había quedado semiaplastado debajo de una montaña de sacos de comida para mascotas.
Mark cruzó corriendo, impulsado por no sabía qué. Se apresuró a retirar los sacos. Eran realmente pesados. Por debajo de todo aquello solo podía ver un par de piernas que no se movían en lo absoluto. Casi diez sacos después, y con su frente llena de sudor, Mark logró descubrir el cuerpo de Youngjae. Estaba inconsciente. Mark se asustó, por mucho que odiara a los humanos, no se iba a quedar impasible ante algo así. Se agachó encima de él y lo llamó. Palmeó su rostro, incluso lo sacudió un poco. Lentamente, Youngjae fue volviendo en sus sentidos. Cuando pudo abrir los ojos, lo primero que saltó a su vista, fue el semblante preocupado de Mark, quien aún lo sacudía un poco.
-Oye… ¿Estás bien?... mírame, dime algo.- Mark sujetó su cabeza.- ¿Te rompiste algo?
Youngjae solo seguía mirándolo, con expresión confusa. Aun no entendía porque era precisamente Mark quien lo había ayudado.
-Oye…
-Estoy bien…- le contestó finalmente.- Creo…
Mark suspiró con alivio y lo ayudó a levantarse. Youngjae se puso de pie con un mohín de dolor y se sacudió un poco la ropa.
-¿Qué demonios estabas haciendo?
-Estaba tratando de bajar esos sacos.- señaló el camión que estaba parqueado junto a la tienda y en el que Mark ni siquiera se había fijado.- Pero parece que quité el que no era y los demás me cayeron encima.
-¿Por qué estabas haciendo eso solo? ¿Eres idiota?- la expresión de Mark cambió de preocupada a enojada. Haciendo sin querer que Youngjae se encogiera un poco en su sitio.- ¿Qué hubieras hecho si te pasaba algo peor? ¡Te podrías haber hecho daño!
-Yo… solo estaba…
¨Comiendo mierda¨, pensó Mark para sus adentros. Se palmeó el rostro con un suspiro. ¨Estos humanos…¨
-Ya, no importa. Al final no te pasó nada grave.- se sacudió el cabello, dispuesto a girarse para irse. Pero algo en la expresión asustada y ligeramente arrepentida de Youngjae lo detuvo. No se sentía bien dejándolo solo así. Su temperamento a veces se le iba de control. Se aclaró la garganta para recuperar la atención del humano.
-Si quieres… puedo ayudarte un poco. Digo… es que… creo que es mucho para una sola persona.
-¿En serio?- Youngjae alzó la vista, con una enorme y brillante sonrisa. Mark recordó que aquel humano tenía una hermosa sonrisa, enseguida se sintió mucho menos enojado.
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¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓
Fanfic¿Qué hacer cuando lo peor que te puede pasar por la mente es justo lo que te sucede? Esa fue la pregunta que se hizo Jackson en el instante en que conoció a Jaebum. En el instante en que puso su mundo de cabeza. Porque Jackson es un híbrido y a Jaeb...