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Cuando entraron a la casa, Mark supo que todo eso estaba más allá de sus expectativas. Aquello estaba muy bien, demasiado bien. El piso tenía alfombras y había muebles. Sí, muebles normales, sin ningún retazo o  parte rota, mullidos y cómodos, suaves, de un color crema que combinaba con el color champagne de las paredes y el resto del mobiliario. Había algunas plantas y otros adornos. ¡Adornos! Era la primera vez que iban a vivir en una casa con adornos.

-Esta es la sala, como pueden ver.- Jinyoung giró con los brazos abiertos, señalando todo a su alrededor.- Es zona común así que pueden hacer lo que quieran, solo recojan lo que rieguen y no ensucien ni los muebles, ni la alfombra. A menos que quieran que el dueño los mate.

Al mirar a su alrededor notaron que, en una de las butacas, y semiescondido debajo de una manta gris, había alguien. Mark reconoció al omega que había visto la noche anterior junto a Jinyoung. Así que, después de todo, sí vivían más híbridos allí. El omega notó la presencia de los tres y se puso de pie, les dedicó una breve inclinación de su cabeza y recogió su manta mientras se retiraba escaleras arriba.

-Ese es Bambam. También vive aquí. Es un híbrido igual que ustedes.

-Ya sabía, lo vi anoche.- refunfuño Mark.

-Pero yo no.- Jackson lo cortó.- Es bueno saber que no soy el único omega.

-Por el olor se nota que hay varios híbridos y humanos conviviendo aquí. ¿De verdad que no suscita problemas?- Mark miró a su alrededor por enésima vez.

-Ya te dije que mientras el dueño de la casa no note que son híbridos no hay nada de qué preocuparse.

-¿Y porque el dueño no sabe de… los híbridos?

-Eso lo podemos hablar después. Por ahora, déjenme mostrarles el resto de la casa.- Jinyoung evadió la pregunta y se dirigió rumbo a la cocina. Les fue mostrando todas las áreas comunes, como el comedor, los baños, el patio y el ¨cuarto de flojear¨ que era como había llamado Jinyoung a una habitación donde había una televisión, un par de consolas y otras cosas para entretenerse o solo pasar el rato. Era verdad que la casa necesitaba algunas reparaciones, había algunas cosas que tenían en sí mismas la huella del tiempo que había transcurrido sobre ellas, pero, en general, todo estaba muy bien.

Mark notaba la felicidad en el rostro de Jackson, cada cosa que Jinyoung les mostraba solo lo emocionaba más y más. A Mark le gustaba el olor de Jackson cuando estaba feliz, se volvía más dulce y a él, como alfa al fin, eso lo hacía sentir calmado.

-Esta sería vuestra habitación.- les dijo Jinyoung finalmente y les indicó una puerta que permanecía cerrada. Estaban en el segundo piso, al parecer todas las habitaciones estaban allá arriba. Jackson había  contado otras cinco puertas en aquel pasillo, así que se preguntó si todas serían de cuartos donde estarían viviendo otras personas. Jinyoung sacó unas llaves y abrió la puerta, dejándolos revisar el interior de la habitación.- Los dejo solos para que piensen. Si necesitan algo, estaré en la cocina.- y dicho esto se retiró, dejando a ambos híbridos.

La habitación era bastante espaciosa, un poco más que el cuartucho donde ellos vivían. Había una enorme ventana con cortinas verdes que tenía vista hacia el patio trasero y, más allá, hacia las demás casas que estaban detrás. Había dos camas personales con colchones pero sin sábanas. Un armario con un enorme espejo en el cual se podían ver de cuerpo entero, un escritorio y otras  facilidades propias de cualquier habitación.
Jackson no dejaba de mirar todo con curiosidad y de exhalar pequeños suspiros de admiración. Nunca había tenido tantas cosas en su habitación. Y eso que aun todo estaba muy impersonal. Solo lo básico.

-Hyung…- se acercó de nuevo a Mark después de darle un par de vueltas a la habitación.-… esto es increíble. ¿Lo has visto? Incluso hay dos camas. Ya no tendré que levantarme con tus pelos en la boca.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora