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-¡Señor Park, espere!- Youngjae reaccionó, apresurándose para volver sobre sus pasos y detener al padre de Jinyoung antes de que entrara a la habitación.- ¡Señor Park!

El hombre se detuvo a sólo un par de metros de la puerta, se dio la vuelta, casi exasperado.

-¿Qué sucede?-espetó.

-Jinyoung hyung aún está durmiendo. Acaba de pasar por una cirugía complicada, perdió mucha sangre. Por favor... Cuando se despierte...

-¿Tú eres Choi Youngjae?- el padre de Jinyoung lo miró con cuidado, reconociendo en él al niño que tantas veces jugó con su hijo cuando eran pequeños.

-Eh... sí.- Contestó, dudoso. No esperaba que el señor Park lo reconociera.

-Tú debes saber algo.- el hombre se puso las manos en la cintura, con gesto severo.- ¿En qué líos anda metido Jinyoung?

-¿A qué se refiere?

-¿Quién le disparó?

-Eso no lo sé, Señor Park. Solo... Por favor, podemos hablar en otro sitio, más tranquilo. Aquí podemos molestar a los demás pacientes.- Youngjae esbozó una sonrisa nerviosa y con un gesto de su mano lo convidó a regresar a la recepción de la sala.

-Hay algo sospechoso. No quieres que vea a Jinyoung ¿Por qué?- habló con desconfianza, sin moverse un solo centímetro de su sitio. Aquella mirada fría e impotente siempre había infundido miedo en Youngjae. El padre de Jinyoung era un hombre severo, cruel a veces, alguien a quien nunca se atrevió a mirar a los ojos.

-Y-ya le expliqué.

-¡Hyung!- la voz de Yugyeom se oyó de repente, rompiendo el tenso silencio que se había formado entre ellos. El omega asomó su cabeza de cabellos castaños por la puerta de la habitación, una enorme sonrisa en sus labios, completamente ignorante de lo que estaba sucediendo.- ¡Jinyoung hyung se desperto!

El señor Park se dirigió hacia allí, prácticamente empujando a Yugyeom y abriéndose camino dentro de la habitación.

-¡Espere!- Youngjae intentó detenerlo.

-¿Quién es usted?- preguntó Yugyeom al ver a aquel hombre entrar impetuosamente en la habitación. Sin embargo, no tardó en sentir una fuerte ansiedad proveniente de su alfa. Jinyoung aún estaba débil, apenas acababa de despertar y su vínculo se sentía fragil todavía. Aquel hombre, quien quiera que fuera, lo ponía nervioso.

-Eso debería preguntarte yo a ti.- el padre de Jinyoung le dedicó una mirada despectiva antes de enfocarse en su hijo. Lo observó en silencio por unos segundos, su vista paseándose por todos los detalles.- Jinyoung...

- Por favor, señor Park...-insistió Youngjae, haciendo que Yugyeom cayera en cuenta de lo que estaba sucediendo.

-Papá...-contestó Jinyoung, incorporándose un poco sobre la cama, un mohín de dolor adornando su rostro por un instante. Yugyeom intentó acercarse a ayudarlo pero un gesto de su mano y una apenas perceptible sonrisa lo detuvieron.

-¿Es esto lo que querías conseguir?- el señor Park lo miró con desaprobación, su expresión lucía extremadamente decepcionada.- No esperaba nada de ti, Jinyoung. Absolutamente nada, y sin embargo me sorprendes con esto. ¿No te basta lo que has hecho pasar a tu familia? ¿Tienes que seguir?

-Si mal no recuerdo...- la voz de Jinyoung sonó seca y profunda, como si sólo hablar le supusiera un gran esfuerzo.- ...tú mismo me dijiste me olvidara de que tengo una familia.

Su padre mantuvo la misma expresión. Las palabras de Jinyoung no parecían provocar otra cosa en él que no fuera una decepción cada vez más profunda.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora