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Un par de horas antes…

-Vuélvete a sentar, Mingyu. Tenemos que hablar.

El alfa dudó por unos instantes, pero supuso que lo mejor sería tomar asiento nuevamente. Definitivamente Jun tenía algo importante que decir para hacer una entrada de ese tipo. Además, Mingyu llevaba días esperando una explicación, si bien ese no era el mejor momento, lo dejaría hablar.

-No tengo todo el tiempo del mundo así que habla rápido.-dijo, acomodándose de nuevo en su asiento.- Convénceme de no meterte una bala en la frente ahora mismo.

Jun sonrió y se acercó. Mingyu no lo había notado, pero, entre sus manos, llevaba un sobre de papel bastante abultado. Sin mediar palabra alguna, el omega solo puso el sobre encima del escritorio, luciendo satisfecho aún sin haber dicho nada.

-¿Qué es esto?- inquirió Mingyu, tomando el sobre a la vez que buscaba un abrecartas en la gaveta.

-Tu victoria.- Jun se sentó en el borde del escritorio, aún con una sonrisa triunfal. Mingyu solo alzó ligeramente la vista para mirarlo, sus manos aun ocupadas en abrir el sobre.

-Entonces… ¿Debo asumir que todo este tiempo has estado reuniendo esto?

-Sí, podrías asumir eso.

-Aun así, desobedeciste mis órdenes.- Mingyu extrajo el contenido. Se trataba de un montón de papeles que a primera vista le resultaron completamente ajenos. Los miró por unos segundos, no captando realmente en qué consistía todo el asunto.

-¿Im Pharmaceuticals?- leyó.- ¿Por qué esto debería importarme?

-Han sido tus verdaderos enemigos todo este tiempo.

Mingyu alzó una ceja, ante lo que Jun continuó hablando.

-Ellos eran los proveedores. Los productos defectuosos que el grupo de Yuto vendía provenían de sus fábricas. – Jun rebuscó entre los papeles, buscando uno por uno los documentos que reafirmaban lo que estaba diciendo.-Esa compañía siempre ha usado híbridos para realizar experimentos y ensayos clínicos. Su objetivo era la distribución de productos lo más barato posible. Antes del asunto de la ONU, ellos eran los líderes del mercado, pues la utilización de híbridos para esos fines no estaba penada por la ley. Sin embargo, después de eso, al no poder seguirlo haciendo, sus ventas cayeron y la compañía parecía a punto de perecer. Lo curioso es que, hace un par de años, revivieron mágicamente bajo la misteriosa justificación de que los productos de higiene íntima habían adquirido un nuevo auge. Pero tanto tú como yo sabemos lo que están haciendo. No es solo Yuto. Ahí está toda la información. Tienen infiltrados cientos de carteles a lo largo de todo el país. Ya sea estableciendo tratos directamente con los jefes o haciendo lo que hicieron con nosotros, buscando chivos expiatorios que se encarguen de la distribución y la búsqueda de híbridos para hacer los estudios.

Mingyu hojeó los documentos, constatando con un golpe de vista que la mayoría de las cosas que Jun le decía estaban completamente respaldadas con evidencia oficial. Había registros de transacciones, documentos científicos, fotografías, contratos y todo tipo de información referente a las operaciones fraudulentas.

-Con esto- volvió a mirar a Jun.-... es verdad que podríamos hacer hacer mucho escándalo. Sin embargo…- puso los papeles de vuelta sobre el escritorio y se apoyó en este con ambas manos.- Nada de esto fue conseguido de manera legal, además, somos híbridos. Y no cualquier tipo de híbridos, sino híbridos que forman parte del crimen organizado. No podemos usar esto… tenemos cero credibilidad.

Jun no se inmutó ante este comentario, en cambio, se bajó del escritorio y apoyó también sus manos, enfrentando a Mingyu.

-¿Para qué crees que sirve ese humano que acabas de contratar hace unas semanas?

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora