Epílogo cuarto

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A pesar de la prisa que le imponía el frío clima, Mark se aseguró de que realmente no hubiera nadie al entrar a casa. A pesar de que Jackson ya le había dicho que iba a salir con Jaebum, prefirió ser precavido. Una rápida mirada y su respectiva olfateada bastaron para comprobar. Encendió las luces con algo de esfuerzo, llevando entre sus manos las abundantes bolsas de compras que acababa de obtener en un mall del centro.

Ni siquiera se detuvo a beber agua como solía hacer cada vez que volvía del trabajo, solo subió directamente a su habitación, dejando las bolsas sobre su cama antes de girarse y cerrar la puerta.

Se suponía que todo eso era sorpresa.

Con un suspiro, se quitó el abrigo, ya más calmado. Sacudió la nieve de este y de su propio cabello antes de colgar la prenda en un perchero. La tranquilidad de la casa vacía y silenciosa contrastaba con el bullicio y las luces que adornaban todo en las calles, donde cada negocio parecía competir por ser más llamativo y decorado que los otros. Todos pareciendo contagiados con un espíritu festivo que a él simplemente le era ajeno.

Ya era la época de “navidad”.

Mark recordaba que los humanos hacían eso todos los años por esas fechas. Sabía que era algo llamado “navidad” pero nunca le había prestado atención a los detalles. Solo tenía claro que era una oportunidad para conseguir más comida de calidad entre los callejones de los restaurantes, aun si hacía demasiado frío para salir.

Ahora, en cambio, no tenía que preocuparse por cosas así, por lo que planeaba simplemente disfrutar de la ocasión y de los días de descanso que ya sabía que tendría. Sin embargo, esa misma tarde había escuchado algo que llamó su atención. Las chicas que se encargaban del maquillaje de Jackson solían chismear mucho, y entre una cosa y otra, había alcanzado a escuchar algo sobre regalos para sus novios. Una de las chicas aun no tenía nada y la otra, casi ofendida, le recriminó que estaba siendo una mala novia.

“¿Qué clase de novia no le compra un regalo de navidad a su novio?”

Ante lo que Mark simplemente se quedó con la duda.

¿En navidad se le hacen regalos a los novios?

La curiosidad no lo dejó tranquilo durante horas. Era lógico que no supiera, las costumbres humanas nunca le habían importado en lo más mínimo. Bueno, al menos así había sido toda su vida. Sin embargo, ahora tenía un omega, uno humano. Sería desconsiderado de su parte no pensar en cosas así.

Finalmente recordó que con su teléfono podía buscar información sobre prácticamente cualquier cosa así que, mientras Jackson trabajaba, él se entretuvo en averiguar si realmente era necesario comprar regalos para las parejas.

Todo eso resultó en que terminó comprando regalos para todos. Según había leído, era una celebración que se compartía en familia y todos intercambiaban regalos. Al menos eso era lo que él había entendido, porque muchos detalles le resultaron confusos.

Después de colgar su abrigo, se acercó de nuevo a las bolsas, dispuesto a organizar las cosas y separarlas para cada quien. Había conseguido regalos para Jackson y Jaebum, también para Jinyoung, Yugyeom, Bambam e, incluso después de pensarlo mucho, compró algo para Mingyu. También había conseguido algo para la madre de Youngjae, aunque ella había ido a visitar a su familia hacía un par de días. ¿Acaso los regalos de navidad perdían su valor si no eran entregados en el día de navidad?

Miró dentro de la bolsa más grande con una mueca de duda. Si ese era el caso, lo que había comprado para Youngjae no serviría de nada.

Justo mientras pensaba eso, el sonido de su celular hizo que pegara un pequeño brinco y cerrara la bolsa de golpe, como si alguien pudiera ver su contenido. Dejó salir un suspiro, calmando el susto que se había llevado, a la vez que sacaba el aparato de su bolsillo, notando que era una llamada de Youngjae.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora