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-Hyung…- Jackson se acercó a J.B. con una lata de jugo que acababa de comprar en la máquina expendedora que estaba junto a la parada del autobús.- ¿Vas a estar bien?

J.B. aceptó la lata que Jackson le ofrecía mientras permanecía sentado en el banco, cabizbajo. Sintió que el castaño se sentaba a su lado y ponía entre los dos las monedas de cambio de la máquina.

-¿Quieres hablar sobre lo que pasó?- Jackson insistió al notar que no obtenía respuesta. Por supuesto que quería ayudar a J.B. a sentirse mejor, pero en realidad, lo que más quería era averiguar un poco. Se sentía ambicioso. Deseaba saber más sobre su alfa, entender ciertas cosas, empezando por la razón por la cual odiaba a los híbridos, y algo le decía que lo que sea que hubiera querido decir aquel chico, tenía que ver con eso.

-La verdad es que no.- contestó J.B.- Creo que ya he tenido suficiente por hoy. No me gusta recordar esas cosas.

-Ya veo.- Jackson asintió quedamente y desvió su vista hacia el camino. Por la hora, sabía que probablemente el autobús se tardara un poco en llegar. J.B. había preferido esperar a que su hermano terminara en el osario para ir él, así que ya eran más de la nueve de la noche. Podía sentir como el olor de J.B. estaba algo apagado y seco, pensó inevitablemente que, si tuviera un vínculo con él, las emociones fluirían libremente y podría tener una mejor idea sobre cómo hacer que su alfa se sintiera mejor.

Pero lamentablemente no lo tenía.

Así que lo único que podía hacer era sentir como la tristeza de J.B. flotaba a su alrededor en forma de feromonas. Ese era el límite de su relación con él.

-Gracias por venir conmigo hoy.- J.B. dijo de repente, justo después de terminar su jugo.- Y lo siento. No tenías porqué escuchar las cosas que dijo Changkyun.

Jackson separó su vista del camino para buscar la mirada de J.B., pero este seguía cabizbajo, jugueteando con la lata vacía. ¿Qué debería decir en un momento como ese? Sentía como si el Jaebum que estaba a su lado fuera, de repente, inmensamente frágil.

-Está bien.- Trató de que su voz sonara un poco alegre, a lo mejor así lograba contagiar al humano.- No me molesta.

-No, Jackson, no te mereces ser tratado así, y menos por él.

-Tu hermano… él… creo que aún es muy sensible con respecto a ti. Puedo entender que me tratara mal al verme contigo…

-No tiene por qué hacerlo. Yo puedo estar con quien desee y eso no tiene por qué permitirle hablar sin consideración.

-Te dije que está bien.- Jackson sujetó suavemente una de las muñecas de J.B. El sorpresivo contacto hizo que J.B. levantara la vista y enfrentara finalmente la mirada de Jackson.- No estoy molesto.

Jaebum lo miró por unos segundos, hasta que finalmente asistió, rindiéndose.

-De acuerdo entonces. Gracias.
Jackson sonrió y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Jaebum, aprovechando esa nueva complicidad que había entre los dos a la vez que luchaba contra el impulso de hacer algo más atrevido. Controlarse era duro, pero valía la pena. Esa tortura silenciosa era mucho mejor que simplemente rechazar al humano. Al menos podía fantasear con ser su omega, así, en silencio junto a él, tratando de aliviar con su presencia el dolor que estaba arraigado en el alma de Jaebum.

-Ya viene el autobús.- Jackson se separó al escuchar a J.B. y se puso de pie. Jaebum tomó las monedas que estaban entre ellos en el banco y las sostuvo, dispuesto a usarlas para pagar.

El viaje de regreso no fue mucho más ruidoso que el viaje de ida. Jaebum seguía envuelto en sus propios pensamientos, pero esta vez Jackson no podía separar sus ojos de él. Definitivamente no le gustaba verlo así.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora