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-Te dije que todo iba a ir de maravilla.- Bambam frotó sus manos juntas, alegre, mientras veía como Jackson le daba una ojeada a las fotografías que le habían tomado. El mayor aun no podía procesar todo lo que había sucedido en menos de cuatro horas. Literalmente, lo habían maquillado, peinado y vestido de casi siete formas distintas. La sesión fotográfica había sido agotadora, aun si solo era de prueba. Según palabras del fotógrafo la cámara "lo adoraba" y todos habían estado de acuerdo con él, principalmente Bambam, quien lo miraba desde afuera del set, con una mirada de madre orgullosa.

Después de eso apenas y había podido corresponder a todos los halagos y saludos que le hicieron los trabajadores de la tienda. Además, a sus pies, en el suelo del auto, estaban todas las bolsas donde llevaba el montón de ropa que le habían regalado.

-En las fotos casi parezco otra persona.- comentó, mirándolas de nuevo.

-Incluso yo me sorprendí con lo bien que te vez en las fotografías.- Bambam se inclinó para mirar también.- Tus expresiones son las mejores, y la ropa te queda genial. Nos has caído del cielo, en serio.

-¿Esto significa que tengo que seguirlo haciendo?- Jackson buscó la mirada de Bambam.

-Sí, no creo que después de esto no te escojan. Pero ya te dije que no te tenías que preocupar.

-Uhm... no me preocupa... bueno, ya no tanto. Fue divertido...- Jackson se encogió de hombros.- Supongo que no me molesta seguirlo haciendo.

-Por supuesto, además...- Bambam movió las bolsas con sus manos.- te han regalado un montón de cosas geniales.

-Sí.- Jackson intentó sonar alegre.- Mark se va a alegrar mucho cuando lo sepa... como que no tenemos mucha ropa.

-Hyung...- Bambam notó que había algo extraño.- ¿Qué te pasa? No suenas tan feliz como deberías estar.

-No puedo dejar de pensar en Jaebum... estaba demasiado extraño esta mañana.- Jackson le devolvió el móvil a Bambam y se quedó mirando el vacío, pensativo.

-Ya te dije que no le dieras importancia a eso, hyung...- Bambam quiso tranquilizarlo.

-No puedo evitarlo, es mi alfa.

-Pero es un humano. Sabes que los humanos tienen un montón de idioteces en su cabeza, su ánimo cambia por cualquier cosa y no hay manera de adivinar por qué.

-Jaebum no es tan inestable.

-Solo lo conoces hace un par de meses. No tienes manera de saberlo.

-Creo que me he acostado con él suficientes veces como para saber su forma de ser.- Jackson lo miró de reojo.

-Bueno, vale, eso no te lo voy a discutir.- Bambam alzó sus manos a modo de rendición.- Ustedes sabrán... de todos modos, estoy seguro de que no es nada.

Jackson guardó silencio y siguió mirando por la ventana. Ya iban de vuelta a casa, aún era temprano, justo como le había dicho a Jaebum. Sin embargo, con cada segundo que pasaba, su ansiedad iba en aumento. El olor mustio del humano no salía de su mente. Sabía que algo estaba molestándolo, su alfa no era alguien que perdiera la ecuanimidad fácilmente. Cuando estaba así era porque tenía sus razones.

Y el problema era que las posibles hipótesis que surgían en su mente eran demasiado aterradoras para imaginárselas siquiera.

Había estado todo el día dándole vueltas al asunto, pensando en alguna forma mediante la cual Jaebum pudiera haber averiguado la verdad. Él estaba siendo cuidadoso, estaba tomando las medicinas para sus atributos, estaba tratando por todos los medios de mantener sus instintos bajo control. Incluso tomaba supresores de vez en cuando para ayudarle con sus desordenes hormonales. Realmente se estaba dejando el pellejo en ese secreto, porque no quería perder lo poco que tenía con Jaebum, y sobre todo, porque no quería lastimar al humano.

¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora