¡No se admiten mascotas! <JackBeom>✓

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Yugyeom se despertó cuando sintió unos suaves toques en la puerta de la habitación. Enseguida se dio cuenta de que no estaba en su cuarto por el olor a almendras que rápidamente identificó como el de Bambam, aunque bueno, las piernas de su delgado amigo envueltas alrededor de él también le facilitaron mucho el trabajo.

Se quitó a Bambam de encima con bastante poca delicadeza y se estiró antes de ponerse de pie. Los toques se volvieron a repetir y Yugyeom se desperezó lo suficiente como para poder sentir el levísimo olor de Jinyoung colándose por la rendija. Corrió los breves pasos que lo separaban de la puerta y le abrió, sintiendo rápidamente como los brazos de su alfa lo envolvían y lo sacaban fuera del cuarto, al pasillo. Iba a decir algo, pero sus labios se vieron capturados por los ajenos en un beso algo ansioso. Yugyeom se sintió sobrecogido, pero no tardó nada en corresponder al saludo de Jinyoung, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello e inclinándose contra él, gimiendo un poquito en el beso.

-Buenos días.- murmuró Jinyoung después de separarse apenas unos milímetros y apoyar su frente contra la del omega.

-Perdóname…- Yugyeom le hizo un puchero a la vez que enredaba sus dedos en la negra cabellera del humano.- Bambam me necesitaba y no me di cuenta cuando me quedé dormido con él. ¿Estás molesto?

-Tranquilo, sabía que Bambam iba a necesitar que tu estuvieras con él. ¿te contó lo que pasó?

-Sí.

-¿Y qué crees?

-No sé. Aun no me fío de ese tipo…- Yugyeom arrugó un poco su labio, consiguiendo que Jinyoung sonriera y pasara su pulgar por allí, relajando rápidamente la mueca del rostro del chico.

-¿Por qué no? ¿No te dije que podías estar tranquilo?

-Es que no sé… es mi Bambie, me preocupa que le vayan a hacer daño o que le suceda algo.

-A Mingyu también le preocupa eso, créeme, Bambam va a estar bien.

-…para colmo ahora le ha comprado un regalo y con eso se lo ha metido en un bolsillo. Bambam estuvo hiperquinético casi toda la noche y después se durmió abrazando la dichosa cosa.

-¿Le gustó el regalo?- Jinyoung se mostró interesado.

-Le encantó.- Yugyeom rodó los ojos.
-Bien. Si él es feliz no deberías preocuparte tanto.

-Pero…

-Shh…- Jinyoung lo calló poniéndole un dedo sobre los labios.- Dejemos eso por ahora. Anoche te extrañé demasiado. Mis sábanas huelen a ti. No te imaginas lo difícil que fue no levantarme y atravesar el pasillo para venir a buscarte.

Yugyeom se sonrojó ligeramente y sonrió contra el dedo de Jinyoung.

-Perdón…- sus dedos se removieron dentro del cabello de su alfa.- Incluso me habías dicho algo sobre salir. Lo siento mucho, realmente me gustaría salir contigo. No hemos tenido nunca una cita adecuada.

-Lo sé, pequeño, ya saldremos otro día, te lo prometo. Ahora ven acá.- Jinyoung estiró su brazo para cerrar la puerta de la habitación de Bambam y tomando a Yugyeom de la muñeca, lo arrastró hasta su propia habitación. El omega se dejó llevar, sintiéndose cada vez más adormilado a medida que se envolvía en el olor de Jinyoung.

-Son las seis de la mañana, Jinyoung.- notó el menor cuando Yugyeom casi lo arrastró dentro del cuarto. -¿Qué haces despierto ya? ¿De nuevo tienes que irte temprano?

-No, bebé. No tengo que irme hasta dentro de un par de horas.

-¿Entonces…?- Yugyeom apenas notó como Jinyoung lo fue empujando hasta que sus pantorrillas chocaron con el borde de la cama. Enseguida en el rostro del humano se dibujó una sonrisa  sexy.