.Capitolo Diciotto.

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Miranda prestó atención a las indicaciones de Mia para seguir el entrenamiento. Giuli se sentó a su lado.
-Estoy cansada. Me queman las piernas. ¡Ni hablar del trasero! -Miranda se rio, largo y tendido.
Mia se acercó y le dio dos cintas elásticas, una a cada una.
- ¿Qué hago con esto?
-Los pones en tus piernas-indicó el lugar un poco arriba de las rodillas-y caminas hacia los costados. Ejercitas las piernas, los muslos y el trasero. Así que sí, Giuli, va a quemarte el triple-ella se acostó en el piso.
- ¿Dónde dijiste que estaba Alex? -preguntó hacia la rubia que llevaba los entrenamientos.
-Está de viaje...algo del padre.
- ¡Vamos, Giuli! ¡Ya! -Miranda la ayudó a levantarse y la llevó hasta el borde de la cancha, donde el alambrado llegaba hasta su estómago. Puso las cintas elásticas en donde Mia le indicó que debían ir y se colgó de las dos sogas que caían desde el entramado romboidal del alambrado. De inmediato, al caminar prácticamente acuclillada, sintió el ardor recorrer sus músculos. Le dolían.
-Estaba pensando en regalarle algo a Fabrizio por su cumpleaños-comentó Giuli, evitando hacer el ejercicio.
- ¿Regalarle qué?
-Tú lo conoces más, tu dime.
-Le gustan los Beatles, le compré una edición especial que tardé dos meses en encontrar-comentó, esforzándose por caminar como un cangrejo, de costado a costado, durante cinco minutos.
- ¿Algo más?
-Tiene un gusto...particular, por las cosas viejas. Algo que comparte con...con Santino. ¡Demonios, duele!
-Miri...no estás ayudándome...
- ¿Por qué la locura por regalarle algo a Fabri?
-Me parece injusto que Brina reciba todos los regalos.
- ¿Crees que...que se olvidan de Fabri? Por supuesto que no. De todas formas, Briz no está de ánimo para celebrar este año-Miranda no pensaba comentar el tema del profesor, que Briz aún no había planteado del todo con ella, pero sabía que estaba relacionado con ese hombre al que aún no le ponía rostro.
-Cinco minutos, Miri...puedes salir-Miranda se dejó caer en la alfombra que fingía ser césped y miró a Giuli mientras se acomodaba para hacer la otra sección del circuito: abdominales.
-Sostenme los pies-Giuli obedeció y siguió con su charla.
- ¿Qué puedo regalarle?
-Giuli-bajó y volvió a subir-creo que deberías regalarle algo que sea viejo y llamativo. Le gustan los relojes...-bajó y volvió a subir-...pero a todos los hombres Di Paolo les gustan...-bajó y volvió a subir, quejándose de la molestia.
-Espera-tomó los pies de Miranda y la arrastró mientras esta se reía, hasta el alambrado, para que este sirviera de barrera a sus pies, evitando que se levanten, consiguiendo poder seguir con los abdominales mientras ella hacía el ejercicio que no había hecho. Se quejó levemente del tirón en el brazo y lo ignoró del todo. Copió a Miranda y comenzó a caminar de costado a costado- ¡ya sé!
- ¿Qué?
-Tengo los muñecos con cabezas flotantes.
- ¿De los Beatles?
-Si-dijo, frenándose. Miranda no entendía cómo demonios podía quedarse quieta en esa posición sin quejarse del dolor de piernas-le compro la caja de cristal y se lo envío. ¿Te parece?
-Giuli-dijo, deteniéndose arriba, amarrando sus brazos alrededor de las rodillas, mirándola con una pregunta patente en su rostro- ¿cuál es tu presión porque Fabrizio reciba un regalo que le guste? -Giuli se paró totalmente y, suspirando, la miró.
-Jamás tuve un regalo de cumpleaños decente. Gabriela cumple tres días antes que yo y siempre se llevaba toda la atención.
-A él no le importa.
-Quiero alegrarle el cumpleaños dándole algo lindo y que pueda gustarle. ¿Tú qué opinas? -Miranda sonrió.
-Creo que le gustará.
-Miri.
- ¿Qué? -dijo, dejándose caer en el piso.
- ¿No te duele el cuello?
-No, ¿por qué?
-Porque lo que estás haciendo no son abdominales...son collares-Miranda se rio.
Giuli se dejó caer a su lado e hizo las abdominales que le faltaban para terminar el circuito.
- ¡Chicas! -llamó Mia. Todas se levantaron y se acercaron al grupo-lo están haciendo genial. Dos vueltas alrededor de la cancha, ¡vamos! -como siempre, ella iba delante del grupo, entrenando a la par que el resto.
-Recuérdame que luego de esto me mate-Miranda se rio.
-Recuérdame que me vaya contigo.

Jaque Mate [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora