.Capitolo Trentatré.

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Cameron se despertó el domingo con jaqueca y con una llamada entrante de sus amigos en Italia. Dos imbéciles por los que sentía cierto aprecio.
- ¿Qué tal estás, Bruno? -el joven milanés de su edad, sentado tranquilamente del otro lado de la pantalla lo miró con sus ojos color miel.
-Fiorella no me presta atención y odio cada día más a Giovanni D'Alessandro-le comentó en el único idioma que ambos compartían: el inglés.
- ¿Fiorella? ¿No tenía como catorce?
- ¿Y qué? Crecerá. En unos años, será una fiera y la edad importará menos que ahora, te lo juro por mis huesos-Cameron se sintió plenamente perturbado por ese comentario, pero, por el bien de su propia integridad física, no comentó nada- ¿tú, Bitalli? ¿Qué tal andas? ¿Cómo anda tu chica? ¿Miranda? -preguntó. Cameron tragó saliva y contuvo el llanto en la garganta.
-Lo dejamos.
- ¿Por qué?
-La engañé.
- ¿Y?
- ¿Sabes? Comienzo a entender por qué Fiorella no te quiere-comentó el Conte mayor.
-No te hagas el ganador fatal-comentó hacia Victor, su hermano, que acaba de entrar-Francesca tampoco te quiere.
-Pero es distinto, ella es más grande.
- ¿Qué tan grande? Un año más. No es mucho.
- ¿Qué hizo el primo de los Di Paolo para que lo odiaras más? -preguntó Cameron.
-Existe y eso es más que suficiente. Aún recuerdo el disparo-Cameron hizo una mueca clara de que entendía esa sensación.
-Me gustó que Giovanni te rompiera la trompa-dijo Victor, divertido.
-A veces me pregunto de qué lado estás-dijo Bruno, mirando a su hermano mayor.
-Con respecto a Marco, conocí a su amante-anunció Cameron. Bruno lo miró.
- ¿De qué amante estás hablando? Marco siempre estaba solo. Con Giovanni. Tal vez él era su amante-dijo, divertido. Cameron sintió una punzada de asco.
-Valeria...
-Espera un segundo-pidió- ¿Valeria Tocco? -Cameron asintió- ¿qué quieres decir con "amante de Marco"? ¿Desde cuándo?
- ¿De qué me perdí? -preguntó Victor, perdido.
-Valeria fue amante de Marco... ¿no lo sabían?
- ¿Parezco como que lo sabía? -inquirió Bruno-no le gusta más revolcarse porque no le da el tiempo del día. Cualquiera le queda chico.
- ¿Crees que Marco es un cualquiera por acostarse con muchas? -preguntó Victor, cuidadosamente. Su hermano le dio un puñetazo en el hombro- ¡auch!
- ¿Qué demonios tiene que ver eso con Valeria?
-Valeria tiene tanto derecho a acostarse con quien quiera como Marco.
-Creo que eres gay y usas a Francesca como una tapadera, ¿sabías? -sentenció su hermano-todo esto del empoderamiento femenino es una estupidez...
-Suenas igual a papá-Bruno se mostró orgulloso de eso.
-Está buena. ¡Está tan buena! -al notar que no Cameron no entendía de qué chica que le atraía estaba hablando, aclaró: -Valeria. Siempre estuvo buena. Es tan violenta; debe ser una bestia-esa fue la pauta para que Cameron se asqueara y cambiara de tema.
-Creí que odiaban las armas.
-Lo hacemos, pero a veces son necesarias.
- ¿No les molesta hablar del tema por la cámara de la computadora?
-No creo que los federales puedan grabar conversaciones de video.
-Nunca está de más asegurarse-sentenció el recluso latino- ¿tú le disparaste a Marco?
-Dos de las tres veces. El tercero fue Sander porque papá lo envió-Sander era el tercero en el trío de hermanos Conte, enemigos jurados de los D'Alessandro, aunque su nombre real no fuera ese. De hecho, Cameron jamás había sido consciente de cuál era su nombre, a pesar de que había sido el primer amor de Tea, habían vacacionado varias veces juntos y habían sido amigos desde niños. Su hermana entró en la habitación y miró la pantalla. Suspiró al ver a Bruno-Tea, preciosa, ¿qué tal estás?
-Todo bien...-se dejó caer en la cama y suspiró-todo bien-Bruno y Victor la miraron detenidamente y luego miraron a Cameron, que suspiró, se pasó la mano por el cabello y los miró de vuelta.
-Está enamorada de Santino.
- ¿Qué Santino? Saca la bandita rápido antes de que me pegue un tiro.
-Santino Di Paolo-Victor suspiró, resignado-no es la única. Todas parecen estar iguales-en respuesta, los hermanos Conte comenzaron un debate entre ellos sobre la atención recibida por el Grupo Emperador.
- ¿En la escuela? Que extraño. Marco siempre fue de tener más atención.
-No, Ottavio y Pietro tenían la mayor atención, el resto la compartía.
-Si es que tenían algo que compartir, relativamente eran pocas; los otros tenían más atención. Los Cellutti y los Pericuzzio...ellos sí recibían atención.
-Con todas me refería a Gabriela y Giulietta-dijo, deteniendo su divague.
- ¿Tus dos primas?
-Las mismas-asintió.
-Giulietta estuvo aquí hace unos meses...o un año.
-Un año.
-Tu prima está buena...que triste que tenga tan mal gusto-Tea se quejó, totalmente molesta.
- ¡Lamento tener que romperles la burbuja, pero Santino tiene más pinta de hombre que cualquiera de ustedes! -los tres presentes la miraron, totalmente sorprendidos con lo que sentenció.
-En síntesis...-continuó Bruno-...Giulietta está buena, ¿habrá posibilidad de que me la presentes? En cualquier momento, soy flexible-comenzó a lanzar una retahíla de palabras y oraciones tan fuertes en contenido sexual que Cameron estuvo tentado a cubrirse los oídos.
- ¿Estás loco o simplemente no me estás oyendo? ¡Le gusta Santino!
- ¿Y qué? Puedo hacerle cosas que él no-Cameron hizo una mueca de asco-porque estoy seguro de ser mejor.
-Si tú lo dices, Bruno-dijo Tea, resignada, saliendo de la habitación.
-Háblame de esta chica, Fiorella.
-Tenía la leve teoría de que lo hacías simplemente para molestar a su padre-contestó Victor, mordisqueándose la uña del dedo pulgar.
-Me parece una posible fiera sexual, sólo digo eso.
- ¿Sólo por eso quieres a la chica?
-No, pero me gusta ser el primero en oler una flor.
-Una flor sumamente peligrosa si cuentas con quién es el padre.
-El padre no es más que un anciano que se cree invencible.
-Dile eso en la cara si tienes las agallas. Antes de que digas "Señor Santucchio" te destruye. A ti, a tus antepasados y a tus descendientes.
-No seas exagerado.
-No toques las flores de otros, Bruno.
-Alguien tiene que cortarle el tallo-sentenció con un sugerente baile de cejas-dudo que sea el imbécil de Zicolo, Livio, que parece seguirla por todos lados como un cachorro.
-No lo sé, Bruno, pero no creo que Fiorella vaya a prestarte atención. Menos con la edad que tiene ahora-Bruno sonrió.
-Tú espéralo, niño. Pasará.
-Quiero que me expliquen cómo puedo lidiar con estos dos insectos.
- ¿Con Marco y Santino? No lo sé, ignóralos. Eso funcionaba con nosotros.
-El problema con ustedes no eran ellos, eran los D'Alessandro. Además, Marco anda detrás de mi ex novia.
-Según fuentes, Marco es de calidad-Cameron se lamió el labio inferior, molesto-yo no creo que sea tanta ceremonia.
-Marco es de calidad-repitió Cameron- ¿qué es? ¿Un producto? -quien contestó fue Serena, la hermana de Bruno y Victor.
-Si oyeras, Cameron, tan sólo si oyeras lo que las chicas tienen para decir. ¡Que la lengua, que la brutalidad, que bla, bla, bla!
-Eso lo dicen de todos-sentenció Bruno, molesto-no tiene mucho de especial. Las chicas que les enviamos no tenían palabras halagadoras para ellos.
- ¿Tiene un punto esta conversación o simplemente estás fastidiándome?
-Me gusta fastidiarte, Cam-dijo Serena, divertida.
-Esto no es bueno para ustedes tampoco.
-Somos hombres de una sola mujer. No nos gusta lo casual.
- ¿Por qué estás halagándolos?
-No estoy halagándolos, estoy poniéndote al corriente de lo que se dice.
- ¿No tiene otro comentario? Del estilo, "arrojan gases en clase, molestan a todo el mundo, eructan en la mesa, bla, bla, bla"
-Cuando eres reservado y sólo te acuestas con chicas, las mujeres hablan de lo que saben. Y de lo que no saben. Creo que ese era su atractivo, ¿sabes? -los tres la miraron sin comprender del todo lo que quería decir-la exclusividad, el misterio, la selectividad-luego se rio levemente-Además, son adolescentes, Cameron, ¿de qué crees que hablan? Les gusta hablar de los hombres con los que se acuestan. Hombres o niños, lo que sea.
- ¿Tienes posibilidad de ganarle la contienda a Di Paolo? -dijo Bruno, ignorando a su hermana.
-Ninguna-sentenció, mirando el piso bajo sus pies-ya no me ama.
-Lo siento, compañero-dijo Victor. De todos, él era el que siempre trataba de calmarlo, ayudarlo y no molestarlo tanto.
-También yo.

Jaque Mate [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora