Solo Tuyo | Sitteo | Completa

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Matteo.

Mi madre había llegado, mire atónito a Simón, ni el no yo sabíamos que hacer.

M: Pensé que llegaría más tarde.

S: Creo que será mejor que me valla.

M: No, quédate, nunca entra en mi habitación, ¿Por que hoy sería la excepción?.

Y no me equivoqué, el acepto rotundamente, era algo raro, si por una simple foto que no muestra nada se pusieron como locos, si se llegaran a enterar de esto un gran problema caería sobre ambos.

Quedamos dormidos con facilidad o al menos el, yo no pude dormir tan pronto, ya que la voz de un hombre, que se notaba que estaba ebrio, por su pronunciación.

Pesados pasos se escuchaban acercándose a la puerta de mi habitación, tenía miedo, me levanté lo más rápido que pude y puse seguro a la puerta, regrese a la cama y escuche como intentaron abrir la puerta.

La persona al no poder hacer nada solo se retiró y entendí a lo que venía, lo siguiente que escuche no era lo más grato que se pudiera escuchar.

Gemidos por parte de un hombre y una mujer, la que al parecer era mi madre, ¿Mi madre había venido a ver si me encontraba dormido para que ella pudiera hacer eso?, Espero eso y no que en realidad el tipo viniera con la intención de hacer eso conmigo.

Después de todo aquel ruido, el cual no parecía incomodar a Simón para nada logré dormir, al lado de hermosos chico.

El despertar no fue difícil, descanse muy bien, pero el último sonido se repetía en mi cabeza.

S: Buenos días.

M: Gracias.

S: ¿Gracias?, ¿Por que?.

M: Por no haberte ido. Sujete su mano y la coloque en mi pecho.

S: Y dejarte después de ese gran momento, tenía que asegurarme que te gusto y que lo pasaste bien.

M: Pues la verdad es que no lo pasé bien. Su cara cambio drásticamente, debo admitir que fue gracioso. Lo pasé genial, me gusto que hayas sido tu.

S: Matteo yo, la verdad es que, te amo.

M: Eso es mucho favoritismo, ¿No crees?.

S: No lo puedo negar, eres mi favorito y no solo de la clase, eres mi favorito entre todo el mundo.

M: Y tu eres en la única persona que pienso y genera felicidad en mi, usted, perdón tú eres lo que necesitaba para ser feliz, aunque no puedo creer que en verdad seas tú, que me haya enamorado de un maestro y que gracias a él descubrí que tengo Dislexia y que apesar de todo este a mi lado.

S: Estaré a tu lado el tiempo que me dejes estar y si tú me dejas, estaré ahí toda la vida.

Narrador.

Lo que ambos no sabían, era que no solo ellos escuchaban la conversación, una persona del otro lado de la puerta también, una persona que no estaba muy segura de lo que estaba pasando del otro lado.