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Simón.

Salí de la ducha, entrando en la habitación con solo una toalla en la cintura, al salir pude ver a Matteo completamente dormido.

Así que me acerque a el para así quitarle su ropa y cambiarlo, para que no durmiera con la ropa sucia.

Comencé con quitarle sus zapatos, seguido de su pantalón, dejándolo en boxers, después seguí con su saco, solo que me costó más el hacer que se sentará, aunque estuviera dormido.

M: Sabía que tú también querías. Dijo despertando y sujetándome del cuello, para después intentar besarme.

S: Lo haría, pero si estuvieras sobrio y sin vómito en tu boca.

M: Pero yo te quiero dentro, solo tú me haces sentir bien. Dijo entre cerrando los ojos. Simón, acércate. Obedecí. Te amo y quiero que seamos novios, pero aún temo lo que pueda pasar.

S: No tienes nada que temer, yo te protegeré, seamos una pareja, sin que nadie se de cuenta.

M: Quiero ser Solo Tuyo. Dijo para después quedar dormido.

S: Dulces sueños bonito. Dije quitando por completo su ropa y poniéndole la playera que antes le di.

Lo acosté de un lado de la cama, me cambie por mi pijama y me acosté a su lado.

Matteo.

Desperté por un pequeño rayo de sol que se asomaba por la ventana. Al abrir los ojos un gran dolor de cabeza me invadió, al ver en la habitación no pude reconocer en donde estaba, ni recordar lo que había pasado ayer, ya que los recuerdos estaban borrosos.

Al voltear pude ver un cuerpo vestido, algo que en verdad me confundió, no sabía quién era, me acerque mas, al punto en el cual parecía que estaba completamente arriba de el.

S: Hola, veo que ya estas despierto. Dijo viéndome a los ojos, haciendo que me confundiera aun mas.

M: ¿Paso algo mas entre tu y yo?. Dije mientras que con una mano cubría mis ojos de la luz.

S: Valla, necesitas un cepillo de dientes, no, no paso nada, a pesar de que tu querías algo mas que dormir, aunque lo único que paso es que te emborrachaste y vomitaste mi ropa, por cierto feliz año nuevo. Dijo para después abrazarme.

Me levante y pude notar que estaba casi en ropa interior, lo único que me cubría era una playera que suponía era de Simón, la cual me llegaba hasta cubrir lo que era mi parte.

S: Te ves muy bien con mi ropa. Dijo mirándome de arriba a bajo.

M: Lo se, ahora ya no comprare ropa, me pondré la tuya. Dije con un pequeño tono de broma.

S: Tienes las puertas de mi closet abiertas para ti.

Iba a contestar, pero llamaron a la puerta, así que antes de abrir me puse un short que se encontraba tirado por la habitación, del otro lado de la puerta se encontraba Rebeca, con una sonrisa muy extraña.

R: Veo que te encontró y supongo que iniciaron bien el año. Dijo con una sonrisa picara en su rostro.

M: No paso nada de lo que estas pensando. Dije intentando tapar mi boca para que no percibiera el olor a alcohol.

R: No es necesario que cubras tu mal olor, se nota de lejos que estas crudo.

Simón aun permanecía en cama, ella al parecer solo venia a ver si yo estaba bien, así que después de ver que yo estaba aquí se fue.

Decidí darme una ducha y tomar en cuenta lo que Simón me había dicho al respecto de usar su ropa, ya que debo admitir que tiene buen gusto.

Habían pasado como diez minutos y yo aun seguía en la ducha, estaba cantando, hasta que Simón toco a la puerta.

S: Matteo, no es por interrumpirte, pero necesito entrar al baño y aun tengo que ducharme para limpiara bien el vomito, ¿Puedo pasar?...




Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora