Solo Tuyo | Sitteo | Completa

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Matteo.

M: Después te diré a ti la verdad, te lo debo, ya que tú hiciste lo mismo conmigo. Simón no estaba de acuerdo en que le dijera, se notaba por la expresión que hizo.

R: De acuerdo, ahora ¿Otra carrera o les da frío?. Dijo pero está vez Simón también competiría.

Pasó un buen rato, no teníamos ganas de salir, era lo suficientemente divertido estar con ellos,

Empleado: Hola, chicos, perdón que los moleste, pero no pueden estar con ropa que no es adecuada al agua, tampoco pueden estarse salpicando muy cerca de la orilla. Dirigió su mirada hacia Rebeca y comenzó a tartamudear. Perdón por haber interrumpido, pero debo pedirte que salgas. Eso último me lo dijo a mi.

Todos aceptamos salir, pues ya teníamos mucho tiempo dentro.

Al salir Rebeca lo hizo de una forma sensual, mostrando lo que eran sus curvas. Se notaba que lo hacía al propósito, pues el chico se le quedó mirando de una forma muy obvia.

Seguido de ella salimos Simón y yo, intentando hacer lo mismo, solo que burlando nos de ella.

R: Nos vemos. Le dijo al chico pasando frente a él, dejando sus cosas.

Así que mientras Simón iba por lo que eran las toallas, yo recogí sus cosas, junto con las mías.

Empleado: Oye amigo, ¿Sabes si estás soltera?. Dijo acercando por detrás de mi.

M: Creo que no, pero tampoco te recomendaría intentar algo.

Nos encontramos en la recepción, le dimos una toalla a Rebeca y comenzamos a caminar en dirección a la habitación de Simón.

S: Aún no entiendo por qué vamos a mi habitación, ¿Y no a alguna de ustedes?

M: Por que tú no compartes habitación con nadie.

R: Y tienen que contarme la verdad.

El estaba nervioso en contar la verdad, y era entendible, pero creo que seria bueno que tan siquiera una persona lo supiera.

Llegamos a su habitación, era la 554, estaba del otro lado de donde estaba mi habitación, así que era entendible el por qué se había tardado tanto en llegar.

R: Que suerte tienes. Dijo refiriéndose a Simón.

S: ¿Por que suerte?. Dijo entrando en la habitación.

R: Por que tienes una habitación sola, alejada de las demás, no tienes por qué estar peleando con nadie por entrar al baño.

M: Y tiene una vista hermosa, se ve todo desde aquí.

R: ¡Matteo!, ¡Tiene jacuzzi!. Dijo con un tono de emocion.

S: ¿Ustedes no?. Dijo con un tono de superioridad.

M: No, supongo que solo tienes tu por tener una habitación para pareja.

R: Bueno, tenemos que hablar. Nos dirigió hacia la terraza, para así sentarnos. ¿Entre ustedes dos hay algo?.

M: Si, bueno no somos una pareja.

S: Por que no quieres.

M: Por que eres más grande que yo, aparte...

S: La edad no es problema y lo sabes, si soy más grande que tú, pero...

M: No es eso, sabes que el principal impedimento es otro.

R: ¿Y que es?. Volteó a ver a Simón. ¿Estás casado?.

S: No, lo estaba, ahora solo estoy divorciado.

R: ¿Te divorciarse por el?. Ella lo dijo ilusionada, pero en realidad solamente tocó una herida que ya había superado.