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Matteo.

El intentaba acercarse, pero yo solo daba pasos hacia atrás, alejándome por completo de el.

S: Pero tampoco es para que te alejes. Dijo con un tono de juego.

M: ¿Que es lo que quieres?. Dije bastante cortante.

S: Ahora mismo saber, ¿Por qué estás molesto?.

M: Por que me quede esperando, a que llegarás, tal vez ese sea un motivo lógico, ¿Supongo?.

S: El edificio es enorme, parece un laberinto.

M: No es excusa, tú deberías conocer el hotel que yo, es de tu familia, no la mía.

S: A pesar de que sea de la mía, es la primera vez que vengo aqui.

R: Perdón por interrumpir su conversación, pero Matteo te recomendaría salir ahora mismo, antes de que algún empleado te diga algo. Dijo acercándose a la piscina.

Me acerqué a la orilla, para así poder salir, ella se acercó para intentar ayudarme, pero perdí el equilibrio, sujetándola y cayendo de nuevo a la piscina, junto con ella.

S: Oye genio, allá hay unas escaleras. Dijo señalando dichas escaleras.

M: Podrías haberlo dicho antes. Dije, para después empezar a caminar hacia allá.

Cuando estaba a punto de llegar un mano por debajo del agua sujeto mi tobillo, hundiendome por completo.

R: Cuando venga alguien ya nos salimos.

S: Concuerdo con ella, soy Simón. Extendió su mano hacia ella.

R: Rebeca. Estrecharon su mano, para después darse una sonrisa cómplice y que con la mirada me señalarán a mi.

Voltearon a verme y ambos de sumergíeron, para después sujetarme los tobillos y comenzar a nadar en dirección contraria a las escaleras.

M: Que se supone que hacen.

R: Jugaremos, si yo gano ustedes dicen la verdad, pero si tú ganas, yo la digo.

M: Pero no creo que debas decirlo si es que pierdes, aparte, no hay nada entre nosotros.

R: Si, claro, por que no pones a nadie de fondo de pantalla por nada.

M: Okey ya, el quiere llegue primero es el que gana, así que Simon de quedará aquí para decir quién ganó.

Ella acepto, así que comenzó a retirar su ropa, ya que abajo de ella tenía puesto su traje de baño, se amarro el cabello y se colocó en posición para salir.

S: ¿Listos?, ¡Naden!.

Ambos éramos buenos nadadores, siempre que estaba con ellos dentro de una piscina y competían, aunque no me vieran, comenzaba a nadar al mismo tiempo en el que ellos salían.

La carrera había terminado, era momento de que Simón decidiera el ganador.

S: Es empate.

M: Si pedí dilo, no creo que lago malo pase, por decirla verdad.

S; Es que no es así, cuando tú tocaste con la punta de tus dedos, ella lo hizo con el extremo de su uña, así que es un empate.

R: Entonces ambos tenemos que decir la verdad.

M: O ningúno.

R: ¿Por que temen?, ¿Hay algo más entre ustedes dos?, Que haría que las cosas empeorarán más.

M: Si.

S: No. Volvimos a decir al mismo tiempo, es extraño, como les diría que me enamore de mi maestro, y que parte el fue mi primera vez...


Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora