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Matteo.

Pase toda la tarde en casa de Simón, era agradable, estar ahí era reconfortante, el ver cómo me escuchaba, sin juzgarme o criticarme, como si fuera un buen psicólogo.

S: No esperaba tener competencia alguna, pero ahora Benicio me voltea los planes. Dijo después de que le contara todo lo que había sucedido con Benicio.

M: Pues como tal competencia no tienes, ya que solo me interesas tu, pero el que Benicio guste de mi me preocupa, hoy te vio y si en dos días regresamos a clases, el sabrá que eres mi, nuestro profesor y podría saber todo lo que sucede entre nosotros.

S: ¿Nosotros?, ¿Hay algo entre nosotros?, No lo sabía, ya que tú no aceptas ser mi pareja.

M: En realidad lo estoy pensando y puede que sí logremos ser algo más, claro si es que aún tienes interés.

S: ¿Interés?, ¿Por ti?, Humm pues la verdad ya no lo sé. Lo dijo con un tono convincente, haciéndome creer que era verdad, por lo tanto género un cara de confusión en mi.

M: ¿Es enserio?, ¿Estás dejando de sentir cosas por mi?. Temía a su respuesta.

S: Claro que no, cuando eso pase, yo debería estar muerto, en verdad me tienes enganchado. Dijo acercándose a mí desde el otro sofá de su sala.

M: Simón. Lo iba a aceptar, estaba listo, era el momento.

S: ¿Si?. Dijo mientras se ubicaba frente a mi.

M: Te amo. Tome su rostro con ambas manos, para así acercarlo al mío y poder besarlo. ¿Quieres ser mi novio?. Listo lo había dicho, ¿Era lo correcto?.

S: ¿Es enserio?. Se notaba sorprendido, era claro que no esperaba el que le preguntara eso, yo solo me delimite a asentir con la cabeza. Claro que quiero ser tu novio. Ahora el había tomado mi rostro y me robó más de un pequeño beso corto. 

Era una sensación rara, pero agradable, ahora era su novio, justo a penas unos días de regresar a el colegio. 

S: ¿Todo bien?, ¿No te arrepientes verdad?. Dijo aun sujetando mi rostro y mirándome justo a los ojos. 

M: No, claro que no, solo que, ¿Y si se dan cuenta?, No quiero que te despidan por esto, no quiero ser el responsable por el echo de que te quede sin trabajo. 

S: Y no lo seras, esto es una relación de dos y yo acepte a estar a lado tuyo, aceptando todo lo que puede venir gracias a ello. Volvió a besarme, para después levantarse y así comenzar a caminar en dirección a la cocina.    

M: ¿Que haces?. Fue algo repentino, así que lo único que hizo es generar una duda en lo que haría. 

S: La verdad es que tengo hambre y planeo preparar algo, solo que como te conozco me dirías que no tienes hambre, por eso no te pregunte si querías, por que vas a comer. No dije nada, solo me le quede viendo con una sonrisa de que tenia razón y moviendo la cabeza de un lado a otro de forma divertida. 

El termino por hacer lo que era un platillo Mexicano y me obligo a sentarme y comer con el. Fue divertido el que me hiciera cosquillas por no querer comer, para después cargarme y sentarme en la silla frente a el.        

M: Simón. Dije después de haber tragado el primer pedazo de comida.  

S: ¿Si?. Hice un mueca como de asco, completamente falsa. ¿No te gusto?. Se mostró preocupado, ya que se había tardado un poco en hacerlo. 

M: Te amo. Comencé a reír, en verdad su comida sabia bien, como para hacer gestos raros. 

S: Menso. 

Así paso todo el día, entre pequeños juegos y algunos besos, hasta que callo la noche.     






Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora