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Matteo.

S: Puedo ver lo que haces. Dijo, pero no hizo nada, así que dedujé que el no estaba en desacuerdo...

Mi mano chocó con su miembro, estaba semi erecto, supongo que le gusta verme así, lo apreté con suavidad, tampoco quería lastimarlo, sentía como comenzaba a erectarse por completo.

Baje sus pantalones hasta sus tobillos, así dejándolo solo en boxers.

M: ¿Puedo?. Dije mientras ponía mi mano en el resorte de su ropa interior.

S: No lo sé, ¿Puedes?.

Lo sentí como un reto, el cual yo acepté y haría bien.

Así que los bajé, baje sus boxers a la misma altura que sus pantalones.

Lo sujete con mi mano y comencé a masturbarlo, el respondía con un jadeo y a veces se estremecía de placer.

S: No pares, *gemido* Matt-Matteo, hazlo, metelo en tu boca. 

Obedecí, pensaba hacerlo y el que me lo haya pedido era la única señal para saber que ya era momento.

Lo metí en mi boca, bajaba lo mas que podía, no cabía todo, pero a el le gustaba, enterró sus dedos sobre el escritorio dejando la marca de sus uñas.
Sentía que estaba apunto de acabar, lo notaba en sus movimientos.

M: Listo, encontré mi pluma. Me separe, como si nada hubiera pasado y me dirigí a mi asiento.

S: ¿Que paso?, ¿Por que paraste?. En su rostro se veía las ganas de acabar, pero lo que hice fue tan repentino que sus pantalones seguían en sus tobillos, su miembro mas duro que nunca, el estaba muy excitado. 

M: Solo me levante por mi pluma, estoy castigado, no puedo divertirme.

S: Veo lo que hiciste, querías mi atención ¿No?, bueno ahora la tienes.

M: Mejor así. Me volví a levantar de mi asiento, me pare enfrente de el, estire mis brazos y con un movimiento arroje todo lo que estaba sobre el escritorio y me subí en el.

S: Sabia que tenías ganas de hacer eso.

M: ¿Y sabes de que mas tengo ganas?. Me acerqué a sus labios y rozandolos con los míos. Tengo ganas de ti. Así que lo bese.

El beso fue tomando intensidad, sus manos bajaron a mis caderas, el comenzó a deshacerse de prendas las cuales le impedían verme completamente desnudo.

Pude ver en su mirada la lujuria, al estar completamente desnudos, sus manos se colocaron en mi trasero, con sus dedos recorría todo, hasta llegar a mi entrada.

S: ¿Puedo?. No pude formular una frase coherente, ya que sus dedos entraban y salían, de una forma tan placentera.

El tomo eso como un si, así que se coloco de un lado del escritorio, me recostó por completo y así comenzó a penetrarme.

Al principio era lento y con mucha sutileza, para no lastimarme, pero después fui pidiendo mas y mas, cada vez mas rápidos, gotas de sudor se formaban, grandes gemidos salían de ambos, todo era muy placentero.

M: Si-Simón, ¡Me corro!. Eso no lo detuvo, el aceleró el movimiento, cada vez era mas rápido.

Mi semen salio, dejando rastro por mi pecho, el aun no terminaba, sus movimientos eran tan rápido que sentía como todo su pene entraba en mi.

Hasta que un gran gemido ahogado de su parte y la sensación de un liquido que se esparcía dentro de mi me dijo que ya había terminado, el solo se agacho un poco y me robo un dulce beso.

S: Estoy oficialmente divorciado...

Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora