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Matteo.

B: ¿Quien es Simón?, ¿Es tu novio?. Benicio estaba al lado mío observando la pantalla de mi celular.

M: ¿Cómo es que eres tan rápido?, ¿Simón?, ¿Mi novio?. Comenzaba a ponerme nervioso. Solo es un amigo.

B: Claro. No parecía muy conocido, pero ya no dijo nada más al respecto.

Terminé de hacer mi maleta, solo que desde que Benicio leyó el mensaje ah estado muy callado, pocas veces hizo un comentario.

M: ¿Estás bien?. Dije sentándome a su lado, sobre de mi cama.

B: Si, solo estoy pensando es que será raro estar en tu casa sin ti.

M: Eso es lo de menos, no será por muchos días.

B: Si, pero tal vez en esos días yo ya pude haber arreglado mi casa.

M: Así yo me quedaré allá, podremos hablar, hacer tareas juntos, hablar de tus futuros romances.

B: Tampoco creo tener tantos.

M; De todos podremos hablar, ¿Si?, Ahora no pasa nada, estar en mi casa no se te hará tan raro. Revise rápidamente con la vista mi habitación, para ver si no se me olvidaba nada, hasta que ví una caja sobre mi armario. Solo no abras eso, por favor. Dije señalando dicha caja.

B: ¿Por que no?, ¿Que escondes ahí?, ¿Droga?, ¿Condones?, ¿Algún animal disecado?. Dijo acercándose, para asi agarrarla y abrirla.

M: No, solo son recuerdos, algunos buenos otros malos, pero son míos y en verdad te pido que no lo habras, ¿Esta bien?.

B: Bueno, ya que, me quedaré con la intriga.

Pasaron varias horas, mi madre ya le había explicado toda la situación a la mamá de Benicio, asiendo que ella acepte el quedarse.

Todo el mundo se encontraba dormido, Benicio y yo compartíamos cama, mi madre con mi padre y por último la madre de Benicio en la habitación extra de la casa.

Era de día y muy temprano.

B: Arriba, perderás el vuelo, rápido. Dijo mientras me movía de un lado a otro rápidamente para que despertara.

M: ¿Cómo es que estás despierto?, ¿Acaso no dormiste?. Dije aún medio dormido.

B: Si lo hice, pero tampoco quiero que tú familia se enfade contigo.

M: ¿Por que se enojarían?.

B: perché sono molto speciali. Dijo en su lengua natal.

M: ¡En español!.

B: Pero tú me dijiste que sabias hablar italiano.

M: Si, pero cuando estoy despierto por completo.

B: Por que son muy especiales, y no en el buen sentido.

M: Si, eso sí lo entendí, bueno ya, ¿Qué hora es?.

B: Las seis con sinco minutos. Dijo con demasiada naturalidad.

M: Benicio. Dije con furia, mientras hacía chocar mis dientes. El vuelo es a las nueve.

B: Es un vuelo largo, tienes que estar en el aeropuerto desde muy antes.

No dije nada más, solo me cambié por algo un poco más caliente, ya que en México por estas fechas hace frío.

Cuándo llegamos al aeropuerto todo surgió bastante lento, parecía como si todos tuvieran sueño.

Era hora de que subieramos al avión, fuimos los últimos ya que mi papá quería despedise de ambos y el no es muy puntual.

Azafata: Hola, disculpa te podrías cambiar de lugar, es por un tema de equivocación de peso. Detrás de ella estaba un señor muy pasado de peso...





Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora