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Matteo.

Salí de el avión y en seguida me encontré con mi madre.

Mm: Veo que hiciste un nuevo amigo, ¿Soñaste bonito?. Dijo, para después hacer una imitación de mi cara al dormir.

M: Solo es un amigo. Dije buscando mi maleta, de la cinta giratoria.

Mm: Yo no dije que fuera algo más, nisiquera lo pensé, aunque ahora me haces dudar. Negué con la cabeza, seguido de una sonrisa.

Cuándo por fin encontramos nuestra maleta, salimos, Simón había desaparecido desde que bajamos, era como si fuera mago y se haya esfumado.

Mm: ¿Ves a tu abuela?. Dijo intentando buscar entre la multitud.

M: Como no verla, si me está viendo con una mirada tan cínica. Dije mirándola justo a los ojos.

Mm: Claro que no.

M: Mírala tú misma. Cuando volteó a verla ella cambio su expresión casi al instante. No puedes decir que no viste eso.

Mm: Okey, tienes un punto.

Al llegar con ella saludo a mi madre como si deberás, con mucho afecto, no como cuando la corrió por estar embarazada.

Am: Hola tu. Que gran amor de abuela. Veo que aún no te abandona.

M: Por que lo haría, ella no es igual que tú. Dije sin pena alguna, mirándola directo a los ojos.

Iba a decir algo más, pero mi madre interrumpió.

Am: Bueno, vamos, la familia de la novia nos esperan. Dijo dando una vuelta, para así comenzar a caminar.

Solo la seguí, serían unas vacaciones muy largas.

Am: Hola. Dijo saludando de beso, a unas personas que apenas y conocía, pero que hacían que tuviera la sensación de que ya las había visto antes. Ella es mi hija y el es su hijo, mi nieto. Le costó haberme llamado así, es como si algo se le hubiera atorado y no la hubiera dejado hablar.

N: Hola, un gusto, mi nombre es Nina Álvarez y espero puedan aceptarme como una más de su familia.

La saludamos con un simple "hola" pero no dijimos nada más.

N: No pudieron venir lo que son mis padres, pero me gustaría presentarle a mi primo, Simón. El salió de un auto, de espaldas, mostrando todo su trasero, para que por último volteara e hiciera que mis nervios aumentarán.

Mm: Creo que ya nos conocimos, en el vuelo, el y mi hijo se llevaron bien, pero, Hola es un gusto. Dijo extendiendo su mano, la cual el estrecho.

Después guió su mano a la mía.

S: Hola, otra vez. Estreche su mano, pero fue raro, era como si todo se hubiera detenido, nadie estuviera, y un pensamiento vago paso por mi cabeza.

El me acercaba cada vez más, por alguna razón comenzaba a llover, así que mientras nuestros cuerpos se mojaban, el me acercaba cada vez más, para después sostenerme desde la mandíbula, seguido de que me diera un pequeño beso bajo la lluvia.

Mm: Matteo, despierta. De repente todo eso pasó, ver películas cursis con Benicio afecta mi cabeza.

Llegamos aun hotel, el cual no era de nadie, si no de la familia Álvarez había propuesto para quedarnos, así que creo que tendré que convivir con mis "primos", los cuales veo llegar y hacerse señas raras entre ellos.

Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora