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Matteo.

El se había despedido, pero en realidad no sabía si queria que se fuera.

Matteo: Espera, no te vallas, entiendo el por que hayas tomado esta decisión, solo que creo que no es la correcta, tenemos que hablar, tu decides.

Simón: No quiero lastimarte más, así que quien decide si vernos o no eres tú.

Matteo: De acuerdo, en tu casa en una hora, por favor aún no te vallas.

Me mandó su dirección, intente arreglarme un poco y baje casi corriendo, avise que salía y como dije que no tardaría mucho me dejaron ir.

No tarde mucho en llegar, estaba un poco lejos de donde yo vivía.

Baje del taxi y toque a su puerta, no tardo mucho en abrir, solo que cuando lo hizo tenía una toalla sujeta a su cintura y nada más.

S: Dijiste una hora, no veinte minutos.

M: Perdón por llegar tan repentinamente, pero creo que es urgente lo que tenemos que hablar.

Me dejó pasar y tome asiento en su sala, el decido por no vestirse y sentarse frente a mi.

M: ¿Por que te vas?. Dije directo al grano, ya que la cena casi comenzaba.

S: Te ví en el centro comercial, ví como lo veías y pude darme cuenta de que lo que hacemos está mal, aparte me sentía contento al saber que estarías con alguien de tu edad, con el cual puedes salir, tú y yo nunca podriamos hacer eso.

M: Pero nunca fue necesario, entre tu y yo nos divertiamos.

S: Aún así, siento que es mejor que puedas disfrutar de tu juventud y no solo pasarla conmigo.

Me acerque a el lentamente, hasta quedar frente a él de rodillas.

Sujete su rostro y lo mire directamente a los ojos.

M: Simón se que yo te obligue a tomar esta decisión por todo lo que paso y el como me tomé la noticia de tu divorcio, pero solo quiero que sepas que te amo y no quiero que te vallas, te necesito aqui, conmigo.

El iba a decir algo mas, pero comencé a acercar mi rostro, haciendo que el solo tartamudeara, para así besarlo.

Retire su toalla y el solo hizo una reacción sorprendida.

S: No sé si sea correcto.

M: Nunca lo fue.

Subí en el, apesar de que yo aún tenía ropa. Comencé a besarlo y sentía como si miembro comenzaba a erectarse bajo mi trasero.

El iba a comenzar a desabrochar a mi camisa, pero el sonido de mi antiguo teléfono comenzó a sonar.

*Llamada*

M: ¿Hola?.

Mm: ¿Donde estas?, Hay un chico llamado Benicio que está buscándote.

M: ¿Que, Benicio está allá?, No tardo en llegar.

*Fin de la llamada*

M: Lo lamento, tengo que irme.

S: Solo un momento más, no te vallas.

M: Me gustaría quedarme lo sabes, pero la cena comenzó. Lo bese y tome su toalla para taparlo. Feliz Navidad.

Estaba llegando a casa y logré observar un auto el cual no reconoci.

Al entrar en casa pude ver a Benicio sentado en el sofá, no sabía por que estaría aqui, no estaba molesto, solo que no tenía un buen presentimiento de lo que pasaría.




Solo Tuyo | Sitteo | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora