Nos estuvimos besando un largo tiempo.. y descubrí que lo que Jorge me había contado de las paredes era cierto. Se oía a Raquel como si estuviese a mi lado.
-Madre mia, se lo pasan bien ¿eh?- dije de forma que se notara que me hacía mucha gracia.
-Son unos cagaprisas, yo prefiero estar aquí contigo así a tu lado abrazandote.
-Y yo, por que no pienso mostrarte mi cuerpo.
-Por ahora.
-Por ahora.
-Solo te pido una cosa.
-Dime...
-Déjame ver la cicatriz.
Me subí un poco la camiseta de forma que se viese ese corte que tenía algo por encima de la cadera, en forma de U.
-Hasta con esto aquí estás preciosa.
De repente él se quitó la camiseta también y pude comprobar lo fuerte que estaba. Me quedé mirándolo de arriba abajo admirando cada parte de su piel, que era mucho más oscura que la mía, lo que le hacía precioso. Cuando llegué a la parte del pecho vi que también tenía una cicatriz, más pequeña que la mía y en forma de T.
-¿Y eso?
-La segunda vez que me ingresaron, me desmayé por cansancio y descubrieron que tenía un soplo en el corazón. Esa marca es de la operación. Lo que quiero mostrarte es que nuestras marcas no nos hacen más feos, sino que nos hacen ver que hemos superado un obstáculo en nuestra vida, y que podremos con alguno más. Nos hacen ver que somos fuertes Tati. Por eso yo le pedí a mi madre que me dejase hacerme un tatuaje, para tener una marca que yo haya elegido, y me tatué una frase: 'No les des el gusto de hundirte'
-¿Donde?
-¿Quieres verlo?
-¿Y por qué no?
-Qué curiosa eres. Está bien, enana.
Si hubiese sabido de la existencia de ese tatuaje antes... Se quitó los pantalones por que lo tenía parte en la cadera, y parte... más... abajo. Me quedé sin habla.
-Quise hacermelo aquí para que solo quien yo quisiera pudiera verlo.
-¿Y querías que yo lo viese?
-Claro, por eso te lo he enseñado.
Me dio un beso largo, de tal forma que terminó encima de mi, entonces yo aproveché para preguntar:
-¿Si no se puede... ya sabes, hacerlo, que es lo que suena en mi habitación?
-Creo que están viendo vídeos porno. Ellos se han liado, eso sí. Me dijeron que querían hacer una broma y poner esos vídeos muy altos para asustar a la gente. En realidad solo están como nosotros, pasando un buen rato pero sin pasarse. Además, aquí no hay condones.
-Pues que raro, ya sabes, es un hospital...
Me empecé a reír tontamente.
Pasaron las horas y Jorge y yo seguíamos hablando abrazados encima de la cama. Jugamos a las cartas con la condición de que quien perdiera debería besar al otro. Así ganabamos los dos siempre. Pero para hacerlo más entretenido, la primera vez que perdías era un beso en la boca, pero si perdías dos veces seguidas era en el cuello, y así cada vez más bajo. Pero somos bastante buenos así que el no bajó más del cuello, pero yo llegué hasta el ombligo. Su piel sabía bien.
Cuando llegó la hora del encuentro con los demás pacientes, Raquel, Nico, Jorge y yo, fuimos juntos. Raquel y yo compartimos miradas cómplices, luego seguro que tendríamos tema del que hablar por la noche. Ambas nos habíamos cambiado de ropa. Yo me había puesto unos vaqueros de color azul verdoso preciosos y una camiseta en la que pone: "They are not only books" que me regalaron mi padres por mi cumpleaños el año pasado. Pero Raquel estaba preciosa. Se había puesto unos vaqueros normales, pero que le llegaban por el gemelo, y una camiseta blanca con tela de encaje por encima. Sencillamente preciosa, esa chica lo tenía todo. Yo no podía competir con ella, era inútil. Y aún así ambas habíamos ligado. Al pensar en eso se me dibujó una sonrisa tonta en la cara y abracé fuertemente a Jorge. Sentía que si lo soltaba se esfumaría, como si nada. Como si no fuese real, y todo fuese un sueño. Así es como lo sentía cada noche. Tengo miedo de cerrar los ojos y que me despierte en mi casa. Que tenga que volver a ir al instituto a aguantar comentarios de gente a la que no he hecho nada. Que tenga que esconderme, no quiero volver a pasar miedo. No, ya me he cansado de eso. Ahora solo quiero estar con Jorge que ha hecho de mi estancia, la que creía que iba a ser horrorosa, algo nuevo. Me ha dado un mundo fantástico, me ha abierto las alas.
Estoy tan feliz...
Pero como siempre en mi vida, mi felicidad dura muy poco.
Justo antes de doblar la esquina de la salita donde era la reunión, Jorge se cayó encima mía inconsciente, y yo con la poca fuerza que tengo casi me caigo al suelo de no haber sido por Nico, que me sujetó justo antes de que eso pasase. Me quedé parada sin poder reaccionar. Solo cuando Raquel se arrodilló frente a mi supe que no era una pesadilla. Nico se había ido a avisar a la enfermera. Cuando regresó venían con él por lo menos cinco personas más, que subieron a Jorge en una camilla, y tras comprobar el pulso, se lo llevaron a la sala de pruebas. Yo me tranquilicé un poco (pero mínimo) cuando me dijeron que si tenía pulso.

ESTÁS LEYENDO
Amnesia.
Teen Fiction"En la oscuridad siempre habrá algo que nos haga ver la luz" El diario de esta chica es prueba de ello. La anorexia no es juego. No es para bromear con ella, si no sabes no opines. Tatiana solo es una de muchas de las que se enfrentan al espejo todo...