Capítulo 11. Parte 1.

110 13 1
                                        

El resto de los días hasta la salida de Jorge pasaron rápidos, seguidos de una rutina cargante. Levantarse, ducharse, llenarse el cuerpo con mierda, dormir, leer, quedar con los chicos, volver a llenarse el cuerpo de mierda, dormir.

Día a día lo único que cambiaba era el lugar y los planes que hacía con los chicos. Un día Raquel y Nico nos enseñaron el camino hasta el tejado, y allí estuvimos hasta la hora de cenar. Como no habían salido las estrellas por lo pronto que era nos las inventamos, hablamos y comentamos todo tipo de cosas. Hasta hablamos de los sentimientos que nos oprimían y así todos liberamos algo de tensión. Era bueno saber que podía contar las cosas a tus amigos  que ellos no te juzgarían por tus pensamientos. Ambos comprenden el miedo que nos da a Raquel y a mi engordar. Entienden que comentemos y envidiemos cosas de las demás chicas, y aunque no les gusta no nos regañan por ello. Simplemente nos dicen que para ellos somos las mejores, lo veamos nosotras o no, y que conseguirán que eso cambie.

-Aunque no me vais a creer-dijo Nico.- Superaréis esto algún día, y Jorge y yo estaremos ahí para ayudaros en todo.

-Ambos sabemos que siempre le tendréis algo de asco a la comida, por que es así. Sois así. Pero poco a poco lo iréis perdiendo. Y aunque no lo perdáis del todo os queremos como sois.

Me tumbé en sus piernas y el se agachó y me dio un suave beso.       

 -Tati-dijo Raquel.        

-¿Qué?        

-Quien iba a pensar que encontraríamos a los chicos adecuados en un hospital ¿eh?       

 -Ya ves.-contesté riéndome.        

-Y quien iba a pensar que me enamoraría como estoy enamorado de una enferma-Dijo Jorge- Aunque bueno, nunca pensé que ninguna enferma mental podría ser guapa, eres la excepción Tati.- Me dijo sonriendo con la sonrisa que más me gustaba.        

-¡EH! ¿Y yo qué?        

-Y tú también Raquel-Dijo Nico.        

-Ah vale-respondió riendo.

La cena de esa noche no fue tan… pésima. Nos pusieron puré, pero este me olía bien y no me sentí tan mal cuando lo noté bajar por mi garganta ¿Estaba mejorando? Cuando terminamos nos pusimos a leer, Raquel me había dejado Hush Hush y me moría por empezar. Mientras Raquel se leía Ciudades de Papel.        

-He buscado más libros interesantes y he encontrado unos cuantos-dije.        

-¿Cuales?        

-Por ejemplo, Pulsaciones o El chico malo.        

-Uh, El chico malo suena a…        

-Sí, es de eso.        

-Pues ya hay otro en mi lista.        

-Me los he apuntado todos en un papel, si eso mañana te copias los que te interesen.        

-Me parece bien, yo buscaré también algunos y si eso cuando salga Jorge le pedimos que nos compre alguno pero luego se los pagamos claro.        

-Sí, claro.

Que me recordase que en menos de dos días Jorge se iba no me hizo gracia, y se me notó enseguida. Toda mi postura corporal cambió. Mis hombros bajaron, dejé de sonreír y mi tono de voz bajó dos tonos más de lo que normalmente es.        

-Eh, ¿qué te pasa?        

-Se va Raquel. el se va en dos días y yo me quedo aquí.        

-¿Y? Va a venir a visitarte todos los días, realmente lo único que cambia es que no va a dormir aquí. Tendrá una cama cómoda y comida buena y no esta mierda.        

-Ya… yo… es que…        

-¿Qué te preocupa?        

-¿Y si encuentra a alguien? ¿Y si se cansa de mi y me cambia por alguien que no esté enferma y que sea guapa? ¿Y si me deja, como todo en mi vida Raquel?        

-No va a pasar eso Tati, el te quiere y te lo demuestra. No se como sigues dudando de el.        

-No dudo de el.        

-No, dudas de ti misma que es lo mismo. El te quiere a ti, no a nadie más. A ti Tati. ¿Es que no te lo ha demostrado ya?        

-Sí, pero…        

-Pero sigues dudando y no sé por qué. Te lo demuestra cada día, cada minuto, cada segundo que pasa a tu lado Tati. Se le nota en la mirada, se le nota cada vez que está cerca de ti.        

-¿Y si encuentra a alguien mejor que yo?       

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora