Capítulo 6. Parte 1.

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Cuando se llevaron a Jorge me fui corriendo con lágrimas en los ojos hacia mi cuarto, quería escapar de aquello. No sabía que había pasado, ni como estaba ahora Jorge. Solo se que esa sensación de verle casi muerto en el suelo me había superado. Jorge era quien me había sacado sonrisas ese último mes que yo recuerde, la primera persona que yo haya querido y que me haya correspondido. ¿Qué os sorprende? Sigo siendo una chica. Una chica se fija en chicos, y más a mi edad. A no ser que sea lesbiana... no es mi caso.

En ese momento me acordé de la primera persona que me rompió el corazón. La primera y la última, de momento, pero lo pasé tan mal que espero que no se repita.Cogí mi diario, que seguía guardado en la caja azul y tras ojear un poco todas las hojas, llegué hasta donde quería: 7 de marzo de 2014

Hoy ha sido el peor día de mi vida, que por lo menos recuerde cercano. He tenido demasiados días malos en mi vida. He quedado en ridículo delante de todo el instituto, o una gran parte de este. ¡Y encima por culpa de él! Me siento tan mal, que mi madre lo ha notado y no ha puesto pegas cuando la he dicho que no quería comer (punto para mi) pero tampoco me ha preguntado. Creo que se está acostumbrando a este humor mío de altibajos. Bueno, hoy era la fiesta de la fundadora del colegio, y como de costumbre montan un escenario en el patio al cual la gente se sube a hacer estupideces. No entiendo como ha podido hacerme esto, el es una de las pocas personas que es amable conmigo. Pero cuando sus amigos me han agarrado y me han subido al escenario... yo me temía lo peor. Y así pasó, me tiraron encima el cubo de agua congelada donde los jugadores de baloncesto dejan sus botellas de agua. Todo el mundo se empezó a reír al tiempo que a mi me subía el sentimiento de angustia en el pecho. Solo me dio tiempo a mirarle la cara y a verlo gesticular un 'Lo siento' con los labios antes de salir corriendo.No entendía como podía permitir que me hiciesen eso, el no es así. O eso creía porque para mi que se estaba divirtiendo... 10 de marzo de 2014

Hoy, el lunes después de mi humillación del sábado todo el mundo se ha reído de mí otra vez. No se ha hablado de otra cosa hasta que un chico ha vomitado encima de la chica que es considerada la más popular del instituto. A partir de ese momento se han olvidado de mi.

David se ha acercado a mi con la intención de hablar ¡El caradura creía que se merecía mi perdón!

Pero cuando se me ha acercado y se me ha quedado mirando con esos ojos color caramelo, y me ha sonreído... me he venido a bajo con mi estampa de dura. Aún así me he mantenido todo lo firme que he podido, incluso me he puesto a gritarle que no tenía derecho a hacerme eso, pero de repente ha hecho algo totalmente inesperado para mi.

Me ha tapado la boca y después de asegurarse que no había nadie me ha metido al baño de tios. Le he mordido la mano pero antes de que yo pudiera hacer nada me ha besado. Yo no me creía que estaba pasando y cuando se separó de mi y le pregunté que por que había hecho eso. El respondió tan tranquilamente que le parecía guapa y quería besarme pero que no me hablaría nunca más por que sabía que yo estaba enamorada de él y que al tener mala reputación no le beneficiaba como novia.

Después de soltarme eso y de romperme el corazón me dejó sola en el baño, diciéndome solamente que saliese cinco minutos después de él, pero no le hice caso y salí antes de que lo hiciera él.

Me daba igual todo y me salté el resto de las clases que tenía ese día, solo quería estar sola...

Tras terminar de leer aquello solo podía llorar más, volvía a sentir ese sentimiento de inutilidad que tenía cuando iba a ese instituto antes de pedirle a mi madre que me cambiase a mitad de curso, aunque no se yo que fue peor; si el remedio o la enfermedad. En este nuevo instituto, el grupo de chicas que se consideraba popular la tomó conmigo, y empezaron a hacerme bullying. Me llamaban emo, y no sabía el por qué. Siempre llevaba los cortes bien tapados, nadie sospechaba de mis actos. Lo hacían por joder pero me jodía más de lo que ellas creían. En el corto tiempo de dos semanas todo el instituto me insultaba y me escupía por los pasillos. Con esto mi depresión no mejoró lo más mínimo.

Recordar todas estas cosas no me hizo olvidarme de Jorge, solo me di cuenta de que el es la primera persona en toda mi vida que me ha querido por lo que soy, no me ha juzgado desde un principio y no me ha insultado.

Cuando estaba otra vez al borde de las lágrimas entró Raquel por la puerta.

-Tati.-Dijo dulcemente.

-Por favor, dejame sola. No quiero que me veas llorar.

-¿Y por qué no?

-No me gusta llorar en público.

-A mi tampoco me gusta, lo veo como un acto de debilidad, muestras tus puntos débiles y la gente puede utilizarlos en tu contra.

-Eso es lo que pienso yo y por eso nunca lloro delante de la gente, aunque sea mi madre, soy incapaz...

-Pero además lo veo como un acto de valentía. Mostrar tus sentimientos sin miedo a lo que los demás puedan decir sobre ti. Saber que puedes mostrar tus puntos débiles y que te da igual que la gente se ría de ti por ello.

En ese momento hubo un silencio en la sala, no hablamos ninguna durante unos minutos. Yo me quedé mirando la foto de mi preciosa perra labradora de color negro, y Raquel se quedó mirandome a mi.

-Ya han metido a Jorge en quirófano. Respira y no creen que sea grave, pero sí que tiene algo que ver con sus mareos, y su soplo en el corazón.

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora