Tan pronto como mi cabeza tocó la almohada me sumí en un sueño profundo, pero sin sueños ni pesadillas, menos mal. Me desperté tarde, lo cual era raro en mi. Tarde para mi significa a las nueve y media ¿Vale? Para la gente normal seguramente no lo sea pero para alguien que desde hace dos años sufre de insomnio pues lo es. Para cuando decidí abrir los ojos tenía otros cuatro mirándome con demasiada curiosidad. Eran los de Raquel y la enfermera Carolina.
-Buenos días dormilona.-Dijo Raquel.
-Buenos días- contesté dudosa.-¿A qué viene tanta atención?
-Al hecho de que sean las nueve y media y tú te acabes de despertar. Tú medio colacao medio agua se habrá quedado frío.
Cuando dijo eso Carolina la miró con cara de pocos amigos pero luego añadió:
-Vamos señorita. Cómete todo el desayuno sin rechistar. Luego ya podrás asearte para la cita con el doctor.
Hice lo que la doctora me dijo y me comí el desayuno sin réplica alguna lo que hizo que su cara de asombro fuera más notable.
-Guau.-dijo asombrada.-Así que lo que dicen las demás doctoras de tu inminente recuperación es cierto...
-Sí, no podía seguir así mucho más tiempo. No es bueno.
Raquel sonrió tímidamente, pero yo lo vi por el rabillo del ojo.
-Ya…¿Y ese tal Jorge tiene algo que ver?
-Mmmm…
Raquel soltó una carcajada que paró tapándose la boca con las manos.
-Puede.-respondí.
-Te lo pregunto más que por curiosidad para avisarte de que estas cosas a lo mejor no terminan bien y no te conviene que si eso se acaba volver a caer.
-Ya lo sé. ¿Pero no se supone que deberías decirme que seguro que termina bien para no fomentar más mi depresión?
-Si, se supone, pero para qué llenarte la cabeza de mentiras que tu sabes que son mentiras.
-También es verdad.
-Aún así me alegro de tu decisión pero debes tomarla por ti misma y no por otra persona. Tu vida no puede depender de nadie más que de ti.
-Lo sé.
Y después de eso se marchó.
-¿No se supone que estas cosas debería decirlas Angie?- dijo Raquel.- Que por cierto, ¿dónde está? Hace días que no se pasa por aquí.
-Creo que esta de baja y la sustituta no viene aquí por que se supone que ya estamos bien.
-¿Está de baja?
Asentí.
-¿Y de qué?
-¿No te has enterado?
Ella negó con la cabeza.
-¿Y no te has dado cuenta en todas las veces que ella estuvo aquí?
-Joder que no, ya te he dicho que no. ¿Que la ha pasado?
-Oh dios Raquel.-Me reí.- ¡Está embarazada!
-¿QUÉ?
-Sí, la nena se supone que tiene que nacer en junio.
-Espera, ¿la nena?-dijo sonriendo.
-Sí, la van a llamar Victoria, como su abuela.
-Como me gustan los bebés. ¿Cómo sabes tanto de esto?
-Angie y yo nos hicimos buenas amigas y una tarde me lo contó. Me alegré muchísimo por ella. Y luego ella me pidió que por favor fuese fuerte y que saliera de este hospital, por que ella quería que yo formara parte de la vida de Victoria.
-Anda, ¿y eso?
-No lo sé. Ella dijo algo sobre darle apoyo en el caso de que la sociedad le rompiera el alma como le pasó a ella.
-Al final Angie no va a ser tan tonta como pensaba.
-Tú sí que eres tonta.-contesté riéndome.
-Ya es tarde para cambiarlo.
-¡Ves a lo que me refiero!
-Pero me quieres.
-Si tú lo dices…
Y así transcurrió la mañana. Bueno, solo diez minutos más porque luego apareció Jorge por la puerta de mi habitación con una bolsa de la Casa del libro y un gran ramo de rosas rojas preciosas y que encima, olían muy bien.
-Siento el retraso, he tenido que buscar en dos librerías distintas por que no había Corazón de Mariposa.
-¡Jorge! ¿Qué es todo esto?
-Unas flores preciosas para alguien preciosa.
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Amnesia.
Novela Juvenil"En la oscuridad siempre habrá algo que nos haga ver la luz" El diario de esta chica es prueba de ello. La anorexia no es juego. No es para bromear con ella, si no sabes no opines. Tatiana solo es una de muchas de las que se enfrentan al espejo todo...