Capítulo 9. Parte 2.

129 16 2
                                    

-Para ser sincera... no pensaba. O por lo menos no con claridad. Solo veía calorías- resoplé- no se por que intento explicarte. No lo vas a comprender.

-Y tienes razón, no lo hago. Pero haré lo posible por entenderlo.

Viendo que no vacilaba, que no apartaba la mirada me levanté hasta la zona de la habitación donde hay un espejo de cuerpo entero en el cual los médicos nos observan.

-Ahora mismo, enfrente del espejo, no me veo como vosotros decís que soy. No me veo guapa, ni delgada. Solo veo errores. Errores por todas partes. Demasiado bajita, demasiada pierna, el culo muy grande. El color de mi pelo y de mis ojos es el típico, marrón. Yo, solo veo imperfecciones. Veo a una persona a la que odio Jorge. Me odio profundamente y solo siento necesidad de romper el espejo y abrirme la piel. Dejar de sufrir de una puta vez. Quiero que dejen de llenarme a mierda todos los días ¡QUIERO QUE ME DEJEN EN PAZ! ¡QUE ME DEJEN VIVIR, MORIR O LO QUE YO QUIERA HACER CON MI VIDA POR QUE ES MIA!-No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que las lágrimas se deslizaron por mi cuello.

-¿Crees que tu vida es SOLO tuya? Tú vida es tuya y de todos aquellos que te quieren. Que tú ahora mismo te abrieses los brazos no solo te importaría ti. Le importaría a tus padres, a tus tios, a tus abuelos, a Raquel ¿No has pensado en ninguno de ellos? ¿Eh? ¿Tan egoísta eres como para pensar que tú vida solo es de tú incumbencia?

-¿A ti no te importaría?

-¡PUES CLARO QUE ME IMPORTARÍA TATIANA JODER!-vociferó.-Te amo- Dijo ya más calmado-Te amo a ti y a los errores que tú crees tener y los que realmente tienes que son completamente distintos. No eres una Barbie, y yo no quiero a una Barbie como novia ¿entiendes? Todos tenemos errores. Todos. Y todos odiamos algo de nosotros mismos. Citando a Castle: 'Las mujeres os obsesionais con una cosa de vuestro cuerpo toda la vida'. Y es verdad, no lo dudo. Pero no por ello tienes que tirar toda tu vida por la borda. La comida será una mierda para ti. Pero antes que dejar de comer puedes hacer dos cosas: comer más sano, y menos cantidad. O comer normal y salir a correr todos los días o hacer cualquier otro tipo de ejercicio físico.

-Aquí no me dejan hacer ninguna de las dos cosas.

-Y por eso aquí tienes que portarte bien para que te suelten y empezar a hacer una vida normal como una persona y no una enferma.

-Pero hasta que me suelten cogeré kilos y más kilos...

-No lo dudo. Y estarás mas preciosa de lo que nunca estarás con la clavícula sobrasaliendo de tu cuerpo.

No sabía que decir, seguía odiando la persona que veía en el reflejo. Estaba sentada enfrente a este abrazandome las piernas. Jorge se acercó a mi y se sentó a mi lado, abrazándome torpemente, no como pasaría en una película. Me hizo gracia su momento de torpeza.

-Eres cruel.-dijo sonriendo.

-Eso me decían.

-Prométeme que serás una buena chica y comerás y así te podré llevar a ver París.

-Ya lo he visto, prefiero Venecia.

-Pues Venecia, pero tienes que comer.

-Lo intentaré, estaré aquí siempre que pueda.

-¿Siempre que puedas?

-Si... Como ya estoy recuperado en dos semanas me sacan de aquí.

Me quedé petrificada.

-Ah, que bien. Me alegro.

-Pero he hablado con algunas enfermeras y podré venir siempre que quiera a visitarte así que ya sabes.

Asentí, estaba feliz por el. Le besé en los labios dulcemente y así nos quedamos el resto de la tarde. Abrazados mirando nuestro reflejo en el espejo.

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora