Amnesia.

Capítulo 10. Parte 1.

Raquel se durmió profundamente, y exceptuando algunos intentos de hablar debido a que es sonámbula, no hizo ni un ruido. Yo en cambio no pude dormir hasta las cuatro de la madrugada debido a mi insomnio, así que pude pensar. Pensé en Jorge, en que debería superar esto por el. Para estar con el... o hay otra opción para que deje de preocuparse de alguien enfermo que nunca se curará completamente.

Con lágrimas en los ojos, decidí optar por la opción dos. Estaba decidido, se lo diría esa misma tarde, cuando estuviéramos solos.

La mañana pasó rápido, con la rutina. Desayunamos y luego tuvimos que desnudarnos para que nos pesasen.

Raquel había aumentado dos kilos y ahora pesaba más que yo. Ella 55 kilos, genial para su metro setenta y yo seguía en mi 50 kilos, que aunque los médicos digan que peso poco, es el peso ideal para alguien que mide uno sesenta. Luego llegó la hora de desayunar y esta vez la comida tenía una pinta... más apetecible. La doctora nos explicó que habían cambiado de catherine por que nadie comía nada con el otro. El bollo que nos pusieron por lo menos estaba rico. El zumo seguía teniendo demasiada pulpa para mi gusto, pero me lo bebí rápido para empujar el bollo hacia dentro antes de que lo vomitase por puro asco. Raquel me miró con cara rara, y como yo la sonreí irónicamente ella empezó a reírse.

Antes de la hora de comer, Raquel y yo nos fuimos por que habíamos quedado con los chicos en la sala común. Nos los encontramos jugando al póker. Jorge iba ganando. Nico se dio cuenta de nuestra presencia y nos saludó, y luego Jorge.

-¡Hola chicas!-dijo Nico dando un beso a Raquel

-Hola Nico.-dije yo.

-Hola- saludó Jorge y también me besó.

-Hola- dije tímidamente.

-¿Queréis jugar al póker?-preguntó Nico.

-Si me enseñais, claro-Repuso Raquel.

-Me apunto-dije yo.

-Perfecto.-dijo Jorge sonriendo.

-¿Qué apostáis?-pregunté.

-Con vosotras nada, que os dejamos pobres-rió Nico.

-Chicos, ¿y por qué no jugamos en equipo? Chicas contra chicos-Propuse yo.-Hacemos dos o tres partidas de prueba y cuando hayamos pillado el truco ya apostamos.

-No creo que eso...-empezó Raquel.

-Shhh calla.-la corté.

Los chicos se miraron un momento y luego dijo Jorge.

-Vale, y qué apostamos.

-Dinero no... pensemos.

-¡Ya se!-dijo Nico- Besos

-No-dije yo- tiene que ser algo más fuerte. A todos nos gusta leer ¿no?

-Sí-contestaron al unísono.

-Vale, pues la pareja que pierda comprará un libro a la otra pareja. Dos, mejor, uno para cada una.

-Me parece bien.- dijo Jorge sonriendome- Que lista es mi novia.

-Chicos- dijo Raquel- nos perdonáis un momento, tengo que hablar con Tati.-Me arrastró hasta el pasillo- ¿Tú estás loca? ¡Ahora tendré que pagarles un libro a esos dos!

Solté una carcajada

-Inocente Raquel- miré por si los chicos estaban espiando y luego le susurré al oído-Llevo jugando al Póker desde los nueve años, mi padre me enseñó.

-No jodas tía.

-Sí, en las partidas de prueba me haré la tonta pero luego ganaremos a esos dos, y ya tendremos nueva lectura. Tengo echado el ojo a unos cuantos libros.

-Choca-me dijo levantando la mano- Eres increíble, anda vamos.

Cuando entramos los chicos ya habían repartido las cartas, pero les hice volver a barajar y a repartir, y por si acaso lo hice yo. Hasta conté las cartas.

-¿No te fías de nosotros Tati?- dijo Jorge.

-Ya he jugado contigo a las cartas y eres un tramposo.