Jorge, que se ha dado cuenta de como mi cerebro está chirriando por el esfuerzo me pregunta susurrandome al oido:
-¿Que estás pensado Tati? Te sale hasta humo por las orejas.
Me reí de su patético intento de chiste, pero aún así el me encanta.
-Solo estaba... echando la vista atrás. He cambiado mucho desde que entré en este lugar.
-¿Como en qué?
-Para empezar, aunque este harta, le he cogido cariño al sitio. He descubierto a grandes personas. Y para continuar, cuando entré pensé que este sería mi fin, que nunca saldría, y mucho menos que me podría comer todo un plato lleno de la mierda que sea sin rechistar ni contar las calorías. Nunca pensé que nadie se acercaría a mi, o que llegaría a ser sociable, o que tendría novio, o amigos incluso. Nunca me imaginé este futuro la verdad. Pero ahora no imagino uno mejor.
-Eres fantástica Tati, nunca lo olvides.- dijo Raquel a la par que se levantaba y me daba un fuerte abrazo.
-Tú también lo eres Raquel, te quiero.
-Os quiero chicos.- dijo Nico. Y con esto se formó un abrazo grupal en el que yo estaba en el medio apretujada. Pero no me dolió, me gustó sentir a las personas que más quería junto a mi. Ese era mi hogar. No era mi casa, ni estar con mi familia. Ellos eran mi hogar y mi familia. El hogar y la familia que yo había escogido. No con el que había nacido.
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Amnesia.
Teen Fiction"En la oscuridad siempre habrá algo que nos haga ver la luz" El diario de esta chica es prueba de ello. La anorexia no es juego. No es para bromear con ella, si no sabes no opines. Tatiana solo es una de muchas de las que se enfrentan al espejo todo...