Capítulo 17. Parte 5.

67 9 0
                                        

-¿De quién es el blog?- preguntó Jorge después de que ambos termináramos la lectura.

-De una tal "irreparable".

-Que raro que Raquel esté mirando estas cosas.

-Sí bueno, no es nada malo ¿no? Yo también miro estas cosas. Me recuerda a mi yo pasado y me da pena que haya gente que pase ahora por lo mismo. Normalmente, después de leer estas cosas pongo un comentario de ánimo o algo así aunque se que no funciona pero yo me siento bien haciéndolo.

-Y por estas cosas te quiero.

-¿Qué son "estas cosas"?-puntualizo haciendo comillas con los dedos.

-A pesar de todo lo que has pasado, a pesar de perder la esperanza en ti misma, siempre la has querido en los demás. Eres incapaz de pasar por alto el dolor ajeno, si esa persona no te ha hecho daño a ti antes, por supuesto. Si es así, yo la aconsejaría que corriese por que no sabe lo que la espera.

Me hace reír y el esperaba que me riera.

-Por eso te quiero Tati, solo y exclusivamente por ser tu.

-Eres el mejor.

-Y tengo a la mejor.

Me besa, dulce pero apasionadamente a la vez. Luego cierro el ordenador, pero lo dejo encendido, y he dejado abierto el blog. Pretendo leer más, pero eso claro no se lo he dicho a Jorge. También voy a hablar con Raquel de esto, pero eso tampoco se lo he dicho. Ni lo voy a hacer, son cosas de chicas. Y no voy a estropear el primer día de mi cuenta atrás.

Seis. Seis días quedan para que me den por fin el alta, cosa que ocurrirá el dos de abril, a las doce y media de la mañana. Ese día ya comeré comida de verdad, en mi casa, con mis padres... Todo será perfecto excepto por que no tendré a las dos personas más significativas de mi vida a mi lado... 

Lo que me da una idea. Raquel no puede por que seguirá interna, pero Jorge es otro caso. Decido llamar a mi madre, (que suele ser más compasiva) y la pido por favor que deje quedarse a comer a Jorge cuando por fin salga, ese día. Tengo que suplicarla y poner cara de pena  aun sabiendo que no puede verme, y aunque al principio se resiste termina cediendo y yo le doy las gracias, gracias, gracias y muchas gracias, y cuelgo.

A todo esto, Jorge se me ha quedado mirando como un tonto por que ni siquiera le he consultado mi maravilloso plan. 

-¿Que ha pasado? ¿Que has hecho?-pregunta después de estar medio minuto con la boca abierta.

-Invitarte a comer a mi casa el día de mi salida.-digo sin darle mucha importancia.

-Ah.-dice simplemente.

-¿Te parece... bien?

-Sí, me parece perfecto cariño.- y me abraza. Gracias a dios, estaba asustadísima de que se pudiera enfadar conmigo.- Pero.-Ahí está.- La próxima vez consultame antes ¿te parece?.

-La próxima vez, ya te avisaré desde mi casa, suena tan bien...

-Estoy deseándolo pequeña.

Me besa la frente, se aparta de mi, coge el rotulador de colo negro que dejo al lado de mi calendario de Bajo la misma estrella, y tacha el día de hoy: 26 de abril.

-Un día menos. 

-Solo quedan seis.

-Bueno, Tati, se que son solo las cuatro pero a las cinco tengo natación y me tengo que ir ya.

-¿Natación?

-Sí, por lo del soplo, tengo que aumentar la resistencia.

-Vale, pero ponte un cartel que ponga "¡Soy de mi novia!" en grande.

-Me lo tatúo en el pecho si hace falta, tonta. Te quiero anda, y ninguna de las que van te llegan ni a la altura de los zapatos.

-Me dejas más tranquila, yo también te quiero.

Y con un beso se va, dejándome sin planes.

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora