Sollocé y ella se sentó a mi lado y me abrazó. Entonces las lágrimas brotaban de mis ojos, rápidas y abundantes.
-Eh, va a estar bien. Jorge es un chico fuerte, pero ha pillado un bache. No pasa nada, todos los pasamos, con él no será distinto y encima se recuperará y volverá contigo muy pronto, ya verás.
-Intento creerte-Dije entre lágrimas- De verdad que si, y espero con toda mi fuerza que sea como tú dices. Pero se me ha caído en peso muerto sobre mi. Y yo no he podido evitarlo, ni siquiera me había dado cuenta.
-Ni tú ni nadie Tati, no te eches la culpa, no es tuya. Es que te buscas unos novios... muy enfermizos.
La palabra novio me hizo estremecer. ¿Eso éramos? O sea ¿Eso somos? No lo sabía, nunca habíamos hablado de los que somos, aunque, bueno, en tres semanas que nos conocemos pues eso, casi no nos conocemos. Debería preguntárselo, ¿Novia o compañera de terapia? A mi me gusta como suena novio. "O mira mi novio Jorge". Me salió una sonrisa.
-Ehhh, lo sabía, sabía que te gustaría la idea. Bueno pues luego le pregunto a la enfermera.
-Perdona ¿Que estabas diciendo?
-¿¡No me estabas escuchando!?
-Siendo sincera contigo... Estaba pensando en lo bien que suena que llames a Jorge mi novio.
-¿Y no lo es?
-Pues no lo se.
-Pues cuando se despierte se lo preguntas.
-No creo que esté de humor y tenga ganas para eso.
-Vamos a ver, esté o no esté de humor, si realmente te quiere debe entender esas dudas, y cuando esté completamente recuperado debería solucionartelas.
-También es verdad, aunque no lo veo tan claro como tú...
-¡TE DIGO QUE ESTÁIS HECHO EL UNO PARA EL OTRO!
Me asombró demasiado su reacción, es decir, Jorge y yo nos conocíamos de apenas un mes. Raquel igual, no se como podía pensar eso.
-Bueno, vale. Si tu lo dices... Tengo algo de sueño, ese sofocón me ha pasado factura, si no te importa, voy a echarme la siesta como buena española que soy.
-Vale, pero antes de que te duermas como un tronco, voy a hacer eso que no me has escuchado decir.
-¿Pero qué es eso?
-Voy a pedirle a la enfermera que nos deje salir al jardín. Me han dicho que es bonito y creo que es lugar ideal para estar en esta situación. Por lo menos antes de que Jorge se recupere, entonces tú lugar será al lado de su cama, acompañando y dando tema de conversación. ¿Vale?
-Vale Raquel, me voy a dormir.
Raquel me dió un suave beso en la frente.
-Dulces sueños, Tati.
Y en el instante en el cual Raquel salió del cuarto en busca de la enfermera, yo rompí a llorar, y fue así como me dormí, ahogándome en mis propias lágrimas, como había hecho todas esas muchas veces en mi cuarto.
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Amnesia.
Teen Fiction"En la oscuridad siempre habrá algo que nos haga ver la luz" El diario de esta chica es prueba de ello. La anorexia no es juego. No es para bromear con ella, si no sabes no opines. Tatiana solo es una de muchas de las que se enfrentan al espejo todo...