Libro De One-shots (Sesshome Y Otras Parejas)

Buscando una novia para... (9)

(Al escribir éste capítulo los recuerdos de mi gran amor me golpearon como un tren bala, lloré en cada oración, lo extraño, espero que la vida vuelva a juntarnos algún día, no me rendire porque sé que eres el indicado.

Espero lo disfruten y no les moleste comparta esto con ustedes)

-Parece que estás bien- terminó al fin.

Kagome soltó el aire que no tenía idea había estado conteniendo. De repente el peliplata la vio a la cara, arrugo el entrecejo, comenzó a acercarse a ella, peligrosamente lento se acercaba y Kagome sintió su cuerpo tensarse completamente.

Taisho estaba ahora sobre ella, aprisionandola con sus brazos y su cuerpo contra aquel sofá a centímetros de su boca, ella estaba petrificada.

Acaso... ¿La iba a besar?

-Sessho...- la voz se le esfumó cuando sintió las manos del arquitecto sobre su mejilla.

-Calla- le susurró tan cerca de su boca, sus alimentos se mezclaron.

Sesshomaru acarició la mejilla fémina con suavidad, Kagome suspiró entre asustada y... ¿Qué era lo otro que sentía?

Trataba de averiguar lo demás cuando el hombre se separó de golpe. Ella pestañeo repetidas veces viéndolo, parado, muy rigido, serio. ¿Acaso pasó algo?

-Tienes un raspon en la mejilla derecha- dice finalmente -Te podré algo- desapareció de la sala de estar para volver minutos después con una pomada y un paño, la esparcio por la herida con cuidado mientras ella se limpia con el paño. Higurashi suspiraba y suspiraba tan confundida

《Debería irme ahora que puedo》 pensó .

En cuanto el hombre terminó su tarea, la joven se levantó de un tirón dispuesta a largarse, si se quedaba podría cometer alguna locura, cómo lanzarse sobre ése atractivo hombre, mierda, si no fuera tan arrogante...

Sacudió la cabeza. Caminó a paso firme hasta que él se lo impidió, le tenía por el brazo.

-¿Te vas?- pregunta con ésa seducción magnética típica de él, tan jodidamente atrayente.

-Yo...- su vista saltaba de un ojo dorado al otro, en ambos estaba ella reglejada, se sentía tan pequeña -Ya he estado mucho tiempo aquí, no deseo abusar de ti

Taisho rió divertido, fue la primer vez que ella le vio sonreír así, de forma tan espontánea, creyó se desmayaria allí mismo.

-Pero si ya me has hecho pagarte la Universidad completa por unas horas conmigo- la acercó a él -¿Cuánto más podrías abusar?

-Si lo dice así suena horrible- se queja tratando de controlar el temblor en su cuerpo.

-Lo sé- vuelve a reír. Dos veces seguidas. Ya podía morir en paz.

Ella desvió la mirada, la ponía tan nerviosa.

-¿Por qué tus manos son tan calientes?- pregunta tratando de buscar distracción del hecho que él tocaba sus manos ahora y eso aceleraba su corazón al tiempo que aflojaba sus piernas.

- Porque las tuyas son muy frias- contestó seductor.

-Eres un tonto- sonrió soltándose.

-¿A qué le temes?- volvió a apricionar sus manos - Me atraes mujer- suelta con una inmensidad abrazadora.

La dejó totalmente sin habla, acaso Sesshomaru Taisho Estaba ebrio, quizás había perdido la cabeza o a lo mejor ella se desmayó tiempo atrás y esto era un sueño. No pudo seguir con sus cavilaciones.