Libro De One-shots (Sesshome Y Otras Parejas)

El valor de las cosas (NarakuxMidoriko)

(Shot escrito por haber llegado a los 505 seguidores....!!!!
Muchas gracias a cada una de esas bellas personitas. Quería darles un lindo shot y ya que paso una face en la que deseo darle otra faceta a Naraku aquí la historia
^-^
Espero la disfruten)

Como todas las mañanas, Midoriko Shikon sale de su apartamento con algo en su boca, hoy es un panqueque a medio comer, siempre se le hace tarde, pero eso no impide a la mujer ayudar. Kaede debe subir el saco de comida para gatos a su piso y como buena samaritana Midoriko le asiste, Kikyo y su hermana Kagome discuten porque de nuevo han perdido las llaves, ella les ayuda abriendo la puerta con un clip, Inuyasha no encontraba la forma de anunciarle a su hermano Sesshomaru sobre cómo su celular terminó cayendo cinco pisos hasta el suelo, ella sirvió de mediadora y evitó un baño de sangre. Así logró llegar al primer piso, despedirse del portero, colocarse los audiculares y salir en su bicicleta con la música de su celular a todo volumen, no le importa cantar a todo pulmón, mucho menos las miradas de burla en las personas. Así es ella, así es Midoriko.
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-Un traje elegante, actitud proactiva, dispuesto a pisotear a quién sea y por supuesto, un cabello y sonrisas impecables son las claves para el éxito pequeño Haku- dice el empresario Naraku Spider a su asistente.

El chico asiente y sale de la oficina.

El hombre recibe una llamada, era otra vez su socio con reclamos, se había atrevido a llamarle a la oficina. Contestó con falsa cortesía y es que, todo en aquel hombre resultaba al final ser pura falsedad, Naraku no era más que un malvado bueno en una cosas, mentir y engañar, aún así, todos le amaban y veneraban.

Su secretaria Kanna entra a la oficina seguida de una mujer con cabellos negros, él hace un ademán con su mano para indicarle debía esperar. Terminó la llamada y atendió a la mujer, sí que le atendió. Así era Naraku Spider, un empresario capaz de vender con chantajes y mentiras el alma de los demás a los infiernos, la suya jamás, era demasiado valiosa para ése lugar.
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Hora de almuerzo, calles de Tokio

La bicicleta de Midoriko rueda por las calles atestadas de autos y personas, ella escucha música y canta sin reparar en el ajetreo. Debe llegar rápido a su segundo trabajo de medio tiempo. Si llega tarde una vez más, su jefe podría despedirla. Pedalea con fuerza sintiendo el aire del viento en su rostro. El ruido de un clapso la trae a la realidad. Un Rols Rois (no sé si se escribe así y no tuve tiempo de buscarlo en internet xD) negro estuvo a punto de arrollarla. La mujer bufa por lo bajo y continúa su camino.

-¿Por qué nos detenemos tan bruscamente?- pregunta Naraku sin apartar la mirada de su celular al chofer. 

-Una loca se atravesó señor- contesta Goshinki.

-¿La arrollaste?- sus dedos teclean sin piedad.

-No señor

-Lástima- sonríe malvado -Deja de perder mi tiempo, sigamos- regaña.

-Como ordene- aceleró.
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11:23 pm

Naraku salía de casa de otra mujer, no recordaba su nombre, llama a un taxi, no deseaba esperar a Goshinki por el auto.

Todo iba bien hasta que el auto se detuvo en una calle poco transitada, el joven taxista baja y abre el capó, mucho humo comenzó a salir.

-¿Qué pasa?- lanza irritado el hombre saliendo del vehículo.

-Creo que algo falla en el motor- aclara el joven.

Naraku no es conocido ni por su honestidad ni por su paciencia. Le deseo buena noche al joven y lo abandonó en aquella solitaria calle, él caminaria hasta encontrar otro taxi. Después de un rato de caminata... nada, ni un alma mucho menos algún vehículo, comenzaba a impacientarse. Su estómago rugió y supo debía comer algo, hasta él debía comer. Fue al primer local de comida que pudo ver, estaba vacío.