Libro De One-shots (Sesshome Y Otras Parejas)

Querida Kagome 6

Dedicado a misaosagara
AoiDandelion
sandradiaz178
Ojalá les guste ^-^

-Es un placer conocerla- saluda Kikyo a Irazue mostrando una bonita sonrisa.

-Es un gusto conocerte Kikyo- contesta la dama.

-Él es...- Inuyasha iba a presentar a su hermano mayor pero, su novia se adelantó.

-El gran Sesshomaru Taisho- lo interrumpe emocionada estrechando las manos del hombre -Es todo un placer

Inuyasha frunció el entrecejo, ¿Acaso su mujer admiraba de más a Sesshomaru?, ¿Por qué sentía esos celos tan atroces?, ¿Por qué sentía aquello que nunca experimentó con ninguna otra mujer?

Sin darse cuenta estaba casi gruñendo de enojo mientras su hermano y la mujer, que se suponía era suya, conversaban amenos como viejos conocidos. Su madre contuvo las ganas de reír ante su actitud, era la primera vez que su retoño mostraba celos por algo no material.

Sesshomaru, por primera vez, aprobó una mujer que su hermano tenia, ése si era un muy buen negocio. Sonrió para sus adentros mientras le hablaba a la joven Shikon de su hermano menor, tratando de hacerlo ver bien. Aunque sentía que no era necesario, ella estaba bastante interesada en Inuyasha, lo que sea que había visto en él, la tenia encantada y era bueno. Pronto, habría una boda y con ella, una cuantiosa fusión. Al fin Inuyasha lo había hecho bien.

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Tiempo después

Es verano en París, ya han pasado dos años desde que Kagome llegó a Francia. Muchas cosas habían cambiado. Kagura ahora sentía su asistente era más que su empleada, una amiga, tenían una buena amistad. Sango, Jakotsu y Higurashi vivían juntos en un apartamento. Eran los mejores amigos.

Koga y la joven oji azul no tenían una relación de "noviazgo" formal por así decirlo, ellos... salían juntos pero nunca pasaron de algunos besos fugaces por parte del joven. Kagome amaba pasar el rato con él, era un hombre alegre pero listo, le enseñó sobre la fotografía, algo que llamó mucho la atención de la chica, ahora de veintiún años, ya no una niña obsesionada con un hombre inalcanzable, era una mujer que deseaba verlo para confesarle su amor y al fin cerrar ése capítulo de su vida, pero dudaba en si regresar o no a New York, sólo por eso.

Ése día, Koga y ella observaban un espectáculo callejero, ella fotografiaba y él le observaba, le encantaba ésa mujer, de verdad.

La fotografía que Kagome robó, ahora estaba guardada, en lo profundo de un cajón. Extrañamente, jamás pudo tirarla o desdoblarla.

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New York

-¡Brindemos!- dice Naraku Shikon al frente de la mesa -Por la próxima boda- levantó su copa -¡Salud!

Todos levantaron sus copas, soltaron un sonoro ¡Salud!

La cena en casa de los Shikon estaba saliendo perfecta, la fecha de la boda se acercaba, ya todo estaba planeado, propuesto y estipulado. Midoriko, la esposa de Naraku y madre de Kikyo, propuso hacer una enorme fiesta para celebrar tanta felicidad. Irazue y la hija única del matrimonio Shikon estuvieron de acuerdo, sería una bella fiesta en casa de los Taisho en dos días. Inuyasha nada más sonreía y estrechaba la mano de su prometida sobre la mesa.

Naraku y Sesshomaru se retiraron al despacho del primero para orquestar los últimos detalles del contrato por millones entre los Shikon y los Taisho. El peliplata estaba satisfecho, el negocio de su vida estaría listo pronto.
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Mansión

Los empleados permanecían reunidos en la cocina conversando sobre la pronta boda.

-Debes decirle a la niña Kagome- dice Kaede mientras termina de fregar los trastos sucios.

-Lo sé- contesta el señor Higurashi cabizbajo, lo que menos deseaba era que su querida hija sufriera más por ése millonario des obligado sin una pizca de decencia.

-Envíale un mensaje- sugiere la empleada doméstica.

-Lo haré mañana...- exhala cansado. No sabía cómo reaccionaría Kagome al saber de la boda de Inuyasha pero ya le había dado demasiadas largas al asunto, era momento de que se enterara y que pasara lo que debiera pasar, no había más remedio.

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Día siguiente, París

Sus ojos se humedecieron al leer lo que su padre le envió, Inuyasha, se casaría en dos semanas...

《¿Qué haré?》se pregunta.

No quería llorar, aunque tuviera ganas, no lo haría, no lloraría, no podía, menos sentada en aquel café parisino en medio de tantas personas, no lloraría aunque el nudo en su garganta fuera enorme y amenazara con asfixiarla.

-Kagome- saluda Koga tomando asiento al frente de la chica -¿Estás bien?- pregunta algo preocupado.

-¿Quieres ir a mi apartamento?- lanza de repente dejando al joven descolocado.

Él no contestaba, ella se puso de pie y jalo su mano, caminaron así hasta llegar a la puerta del apartamento que estaría solo. En cuanto cruzaron el umbral de la puerta, Higurashi asaltó los labios de su "amigo"
Correspondió, caminaron así hasta la habitación que pertenecía a la azabache, cayeron en la cama. Las caricias de Koga la hacían pensar en una cabellera plateada, dejó de corresponder al beso, el fotógrafo lo notó, se separó y le miró a los ojos.

-Yo estoy aquí, pero tú no- menciona con tristeza en sus palabras.

-Lo siento...- aparta la mirada para no sentirse tan miserable -No...

-Lo que sea que te tenga así- interrumpe -No se resolverá en la cama- tocó su frente con el índice -Si no que aquí- sonrió.

-Mereces algo mejor- las lagrimas logran escapar y rodar por sus mejillas -Lo siento tanto...

-El amor no puede forzarse- se levantó para marcharse -Siempre te recordaré Kagome, ve a buscar lo que sea que hayas dejado en América- salió del lugar.

Mientras esperaba que el semáforo en la calle canbiara de color, observó a una enigmática pelirroja, sentada en el café del otro lado de la calle, leyendo uno de sus libros favoritos "El retrato de Dorian Gray" sacó su cámara y le fotografió. Ella volteó y sonrió.

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Kagome tomó asiento en su cama, abrazó sus piernas, se determinó, regresaría a New York, regresaría para ponerle un capitulo final a ése amor estúpido y cerrar el libro. Se quedó meditando por horas hasta que sus compañeros de piso junto a su jefa llegaron al apartamento, seguro Koga les había contado algo.

-Jakotsu- llama Higurashi con determinación -Quiero ése cambio de look

El hombre saltó de alegría, Sango y Kagura se miraron una a la otra, ayudarían con el vestuario.

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New York

"Señor Taisho

Sé que me pidió no seguir más a la joven Higurashi, y así fue. Me enteré de algo importante y fue por casualidad. Ella regresará a Estados Unidos, ha tomado ya el vuelo a New York. Esté preparado.

Dejo una fotografía adjunta para que pueda identificarla, fue antes que tomara el vuelo, seguro ella no ha arribado aún.

Att. Bankotsu, investigador privado."

Cuando Sesshomaru vio la fotografía, se le heló la sangre. Todo podría venirse abajo.

Continuará...

Perdonen que no actualizara ayer, estuve algo ocupada.

Espero lo disfrutaran.

Qué más pasará?

Habrá que esperar para saber ;)

Me despido, bye ♡