Buscando una novia para... (2)

811 105 85
                                    

-¡¿Qué es ésto?!- exclama Naraku dando dos pasos hacia atrás. Estaba aterrado, ésas chicas se le querían abalanzar encima, que kami lo salvara por favor.

-¿Por qué hay tantas mujeres aquí?- pregunta Sesshomaru tratando de disimular su asombro.

Los cuatro amigos responsables de aquello caminaron lentamente hacia atrás, debían huir ahora que estaban distraídos. Corrieron a toda velocidad a esconderse detrás de la pared más cercana. Sango, la recepcionista, trataba de poner orden. Sesshomaru y compañero fueron rodeados por las mujeres que hablaban como locas, casi los asfixiaban. Naraku estaba por entrar en pánico ante tanta atención, ¡Y él que creyó que ninguna mujer lo quería!

-¡A CALLAR TODOS!- grita Midoriko sobre la mesa que adornaba el vestíbulo -¡¿QUÉ BUSCAN TODAS USTEDES?!

Las chicas guardan silencio, se le quedan viendo, una de ellas le muestra el afiche, la mujer abre los ojos de par en par.

-¿Todas vienen por Sesshomaru Taisho?- pregunta conteniendo la risa ante semejante tarudada. Nunca pensó éso de alguien tan serio como el arquitecto.

-No- contesta otra joven -Algunas venimos por el pelinegro suculento de ojos rojosos- sonríe.

La supervisora frunció el ceño, faltaba más que los señoritos se pusieran a buscar novia en el trabajo. ¡No señor! Ahora la idea ya no era tan cómica.

-Éste no es el lugar, es una oficina, no casa de citas- su semblante daba terror -¡Quiero que todas muevan el trasero y se vayan de aquí ya!- apunta a las puertas de salida.

Todas empezaron a reclamar o llorar porque no querían irse sin su ansiada cita. Éso sería un desastre total, seguían llegando mujeres por montones, Midoriko se impresionó, aquello debía ser un tonto chiste. Varias se acercaron para quererle bajar de la mesa y evitar que siguiera queriendo hecharlas. Spider se abrió paso entre el mar de feminas para ayudarla a bajar. Sango llamó a seguridad y de paso a la policía por si todo se ponía peor.

-Salgamos por el estacionamiento- dice Taisho ya hastiado de la situación.

Los cuatro causantes del embrollo seguían escondidos. Magatsuhi y Miroku pensaban en si sería bueno salir a consolar a todas esas bellas mujeres.

.
.
.
.

-¿Está bien?- pregunta Naraku a su superior.

-Sí- contesta algo molesta, se mueve para zafarse del agarre, Spider le tenía tomada de la mano -Será mejor que ambos se retiren por aquí, cuando regresen, después de la presentación- arruga el papel de Naraku y se lo estampa en el pecho -Hablaremos sobre éste asunto- se retiró.

El peliblanco soltó un silbido, caminó hacia la salida. Naraku se quedó estático viendo el camino que tomó su superior, ¿Le despedirian?, lo que le faltaba para terminar de adornar su miserable vida, que le despidieran. Fue hasta su auto, ya había perdido mucho de su poco y valioso tiempo.

Taisho iba caminando, pensaba en la broma de mal gusto que alguien le había querido jugar. Lo encontraría, no habría lugar donde pudiera esconderse. Iba muy pensativo camino a su restaurante favorito, donde almorzaba todos los días, chocó con alguien en la esquina, una muchacha de cabellos negros y ojos marrón. Bastante común. Ella se le quedó viendo sentada en la acera mientras los transeúntes le observan divertidos o intrigados.

-¡Es usted!- exclama poniéndose de pie y buscando en su mochila color verde algo -El del afiche- se lo muestra con una gran sonrisa -¿Llegué a tiempo?

-Otra loca acosadora- lanza el hombre irritado, como disfrutaría asesinar a quién fuera que había hecho eso.

-Juro que soy inofensiva- bromea la joven.

-No me interesa...

Sesshomaru está por pedirle que se fuera cuando divisó a lo lejos a su peor pesadilla, Sara, su ex compañera de trabajo. Ésa mujer era una psicópata en potencia, por éso pidió en recursos humanos su despido, después de deliberarlo un poco, llegaron a la conclusión que Sesshomaru Taisho recibió acoso sexual de parte de la empleada, no hubo más que despedirla. Creyó se la había sacado de encima, pero allí estaba, caminado en su dirección con uno de ésos endemoniados afiches agitando la mano.  ¿Qué debía hacer para sacarsela de encima?

Miró a la joven de ojos café, parecía estar guardando el papel algo decepcionada. Quizás si Sara pensaba que lo del anuncio funcionó y él ya estaba en una relación... podría dejarlo en paz. La loca idea se le ocurrió de repente, no paró a analizarla. Tomó la mano de la azabache.

-Sabes, te invito a un café, por cortesía- la jalo. Cruzaron la calle. Vio atrás como Sara se quedaba estática con la quijada en el suelo.

La muchacha no podía creer su bipolaridad, el tipo primero le dice que no le interesaba y ahora se la llevaba casi a rastras. Que sujeto tan extraño. Taisho nada más la llevaría a tomar aquel café y le explicaría que se fuera y no lo buscara nunca, seguro entendía.

.
.
.
.

Naraku subió a su oficina por el ascensor del estacionamiento, había dejado las llaves de su auto en la oficina. Abrió, no esperaba encontrarse a ésa persona allí.

Midoriko tenía las llaves de su auto en su dedo, giraban y giraban. Ella toma asiento en el escritorio.

-No las dejaste, las saqué de tu saco- admite mordiendo su labio -Así que olvidaste a Kikyo y ahora buscas novia...- sonríe.

-Señorita Midoriko- traga grueso.

-Acércate, no muerdo, a menos que quieras- desabotona su blusa.

-¿Qué hace?- abre los ojos impactado.

Ella ríe, baja del escritorio, arrincona al hombre entre su cuerpo y la puerta cerrada de golpe por el empujón.

-Tranquilo- le susurra -Te gustará...

Él seguía sin entender, eso le encantó a la mujer, le quitaría ésa inocencia. Allí mismo.

.
.
.
.

-Mi nombre es Sesshomaru Taisho y solo te...- trata de explicar mientras esperan sentados en un café su orden.

-Soy Kagome Higurashi- interrumpe la muchacha muy sonriente -Gracias por la invitación de cortesía- agradece.

-Hmp

-Sobre todo porque moría de hambre- admite risueña.

Él no pudo evitar verla como alguien demasiado cursi, una muchacha tonta y rara. Pero... sin querer... terminó charlando con ella, en ése café, mientras comían. Se despidieron y olvidó decirle que no le volviera a buscar. Lo olvidó totalmente.

-Magatsuhi- dice Inuyasha por su celular viendo todo desde una distancia prudente junto a Koga -Creo que tenemos candidata oficial.

-Perfecto- contesta el de la otra línea -Miroku y yo pensamos que también tenemos una- habían seguido a su amigo y ahora escuchaban con el oído pegado a la puerta lo que sucedía dentro de la oficina de Naraku.

Los cuatro rieron maliciosos.

Continuará...

Aquí el capítulo puntualito mis bellas lectoras.

Espero lo disfrutaran.

Qué más pasará?

Sigan la historia para averiguarlo ;)
Me despido, bye ♡

Libro De One-shots  (Sesshome Y Otras Parejas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora