Libro de oneshots... ^-^
Portada por: MarielTaisho gracias amiga ♡
N# 466 12/marzo/2018 (de todo)
(Los personajes de Inuyasha le pertenecen enteramente a Rumiko sensei)
París, el hermoso París. Había llegado, quizás no como hubiera deseado... pero ya estaba allí y debía hacer frente a la realidad, no había otro camino. No estaba la emoción de antes, sentía que estaba huyendo, de New York, de Inuyasha, de la mirada de reproche de Sesshomaru, de todo aquello.
Tomó un taxi hasta su nuevo apartamento, comenzó a desempacar, entre sus cosas estaba la fotografía de Inuyasha, la que había robado, aún doblada. No quiso romperla, la pegó en su muro así doblada. Fue a la ventana y apreció el paisaje, sola en la ciudad del amor y con el corazón roto.
Se tiró en la cama, mañana sería otro día, mañana todo estaría bien, mañana comenzaría su nueva vida.
. . . .
"Señor Taisho
La joven Kagome Higurashi arribó a París y se instaló en el apartamento.
Seguiré al pendiente de cualquier movimiento por su parte y enviando información regularmente como ordenó.
Dejo una fotografía adjunta, como usted pidió, de la chica cuando llegó al país.
Att. Bankotsu, investigador privado."
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Sesshomaru leyó el correo bastante satisfecho, al fin la mocosa molesta se marchó y no regresaría. Con Tsubaki fuera de la vida de Inuyasha y Kagome lejos, todo estaba perfecto.
Una llamada en su celular lo sacó de sus pensamientos, contestó mientras observa la fotografía que Bankotsu le envió.
-¿Qué quieres Sara?- dice irritado, odiaba que ésa mujer se creyera con el derecho de llamar a su oficina.
Observa la fotografía mientras su amante de ocasión lanzaba sus argumentos sobre la razón de su llamada.
-No estoy de humor Sara- quita la fotografía de Kagome, suficiente de ése asunto por un día -Yo te buscaré cuando te necesite y no vuelvas a llamar a mi oficina- cuelga.
Siguió con el importante papeleo pendiente en su escritorio.
. . . .
Día siguiente
-Bienvenida a Vogue- dice la recepcionista sonriendo.
Kagome fue llevada al piso donde se encontraba la persona que sería su jefe. Le pidieron esperara afuera de una oficina mientras tres personas conversaban adentro. Kagome los observa. Uno de ellos fue quien le ayudó a entrar a Vogue, Jakotsu, el antiguo instructor de baile. La otra era una mujer muy bonita, de cabello castaño y por último otra mujer, de cabellera negra, muy bien maquillada, parecía alguna de las modelos de ésa revista.
La de cabellera negra abre la puerta de vidrio de la oficina, observa a la muchachita sin una pisca de estilo frente a ella.
-Sabes hablar francés ¿No?- dice clavandole sus ojos escarlata.
-No, digo, sí... yo....- aquella mujer la estaba intimidando -¿Podría repetirme la pregunta?
La mujer soltó una bocanada de aire y entró a la oficina. Kagome se sintió extremadamente tonta en ése instante. La mujer salió de nuevo.
-Bueno Kagome, soy Kagura, serás mi asistente- dijo con mucha elegancia -Sígueme
La oji azul le siguió mientras caminaban por los distintos departamentos de la empresa de modas, explicaba en francés dejando un gran signo de interrogación en la cabeza de la aprendiz.
El trabajo comenzó y entendiera o no debía moverse. Estaban en una sesión de fotos, Kagura ordenaba en francés y Kagome luchaba por comprender y complacer sus órdenes.
Jakotsu y Sango, quienes estaban antes en la oficina, observaban la sesión, sonrieron, Kagura no sería blanda con la chica nueva. Esperaban pudiera soportar a su jefa y lograra acoplarse.
. . . .
Meses después
Ya era invierno, estaban tomando unas fotografías panorámicas con las modelos.
Koga, el fotógrafo estrella de la revista toma las fotos. Kagura le ordena a su aprendiz quitar la nieve que se acumula en el suelo, ella corrió a limpiar para que todo estuviera perfecto de nuevo.
Koga sonríe, conocía a Kagome por su trabajo en esos meses pero no habían cruzado palabras jamás. Era el momento.
Dejó de ver por la mira de la cámara.
-¿Salimos?- pregunta alzando la vista frente a él, la mujer a quien se lo preguntó estaba atrás sosteniendo un panel para iluminar la toma, totalmente distraída.
Kagome lo miró confundida ya que ése guapo fotógrafo se había volteado, ahora estaba centrado en ella y no en la modelo.
-Eh, ¿Yo?- pregunta incrédula.
-Sí, tú- dijo Koga divertido.
-Ajá- fue todo lo que pudo articular.
Jakotsu, que estaba allí para supervisar el avance casi saltó de la alegría.
. . . .
Día siguiente, New York, mansión, 8:23 am
"Señor Taisho
La joven Kagome se ha acoplado bien al trabajo. No ha tenido relaciones fuera de la amistad con el jefe creativo Jakotsu que como sabe es gey y la jefa de personal Sango.
Aunque ayer un joven fotógrafo le invitó a salir, ¿Desea los siga o tome fotografía para usted?
Como siempre, dejaré una foto adjunta de la joven.
Att. Bankotsu, investigador privado."
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Sesshomaru observó la fotografía hasta que llamaron a su puerta. Era su madre, ya debían irse a la empresa. Cerró la computadora y salió del despacho, le contestaría al investigador cuando llegara a la oficina.
Se colocó su saco, ajustó la corbata frente a un espejo de la estancia. Fue hasta el auto donde el chófer, el padre de ésa joven torpe, le esperaba para llevarlo, como todas las mañanas a su trabajo.
Antes de poder subir fue alcanzado por su hermano menor, traía una sonrisa de bobo que de inmediato lo hizo tensarse. No otra vez por favor.
-Sesshomaru- dijo Inuyasha -Conocí a alguien...
Y allí estaba ésa frase tan trillada de nuevo, otra vez la misma cantaleta. ¿Cuántas veces podría ése tonto enamorarse?
-¿Cómo se llama?- pregunta muy serio, debía conocer a la nueva mujer para poderle investigar.
