¿Por qué no puedo superarlo?

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•Capítulo 28•

Karol

Sonreí como si nada pasara por más que si pasaba, y mucho.

—¡Hola! —saludo.

—¿Como estás? —habla mi hermana.

—Bien ¿ustedes? ¿qué hacen juntos? —no puedo evitar preguntar.

—Todo bien nosotros. Y nada, somos compañeros de clases y nos llevamos de maravilla —ya no sabía como mantener la sonrisa que llevaba en mi rostro.

—Ah, que bien por ustedes, si no les molesta debo ir a comer —intento irme pero ella continúa hablando.

—Claro, pero queremos decirte
algo —esto no me gusta nada, mi hermana está seria y Agustín parece un poco nervioso.

—Si, habla.

—Carolina es tu amiga ¿no? —yo asiento —Puedes decirle que deje de molestar a Agustín —una risa irónica sale de mí, no pude contenerme ¿Carolina molestando a Agustín? Mmm estás mal informada hermanita.

Miro a Agustín con el ceño fruncido, el evita mi mirada entonces decido hablar.

—¿Tú no puedes hablar o que tienes? —le pregunto a él.

—Karol —mi hermana dice bruscamente.

—No, está bien. Tiene razón, yo tengo que hacerme cargo de esto, pero creo que si le dices a Caro ella te hará caso, y a mi no —habla el chico con descaro.

—¿Que quieres que le diga qué? ¿Te estás escuchando? —dije fuerte y claro. Estaba enojada, y algunos alumnos lo notan ya que están mirando.

—No grites —me dice Zahdana pero hago caso omiso.

—¿Siquiera sabes que pasa? —miro a mi hermana pero ella solo agacha su cabeza un poco —Carolina no anda molestando a nadie, no quiere saber nada de ti ¿porqué perdería tiempo en hacerte enojar? Y si quieren hablen con ella, no conmigo, si les da la cara háganlo, si esa es la "verdad" no tienen nada que perder —me alejo sin nada más que decir y busco a Caro.

Me siento en la mesa que eligió, hay otras personas pero están concentrados hablando entre ellos así que no hay problema.

—¿Qué fue eso? —me pregunta mientras prueba su comida.

—Vinieron a decirme que dejes de molestar —ella frunce el ceño.

—¿Eh? ¿A quién molesté?

—Supuestamente a Agustín...

—No es verdad, pero ¿por qué no hablaron conmigo?

—Se que no es verdad caro. Les dije que si quieren decir algo más que hablen contigo —ella suspira.

—Hay algo raro en todo esto —me dice susurrando.

—Nos odian seguramente.

—Puede que sí, pero no tienen razones de odiarnos, además yo ya estuve aquí y nunca me hicieron nada y ahora todos están en mi contra, no entiendo.

—Vamos a averiguarlo. Mientras tanto hay que tener cuidado con quienes hablamos y confiamos nuestras cosas

Comimos todo y subimos, no era mucho lo que nos servimos así que fue fácil.

Carolina estaba seria, me hablaba pero casi nada, estaba pensativa y hasta parecía triste.

—¿Por qué no puedo superarlo? —me pregunta una vez que llegamos a nuestro cuarto.

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