•Capítulo 8•
Karol
Abrí la puerta y me encontré con el rostro de Candelaria.
—¡Hola! Solo quería pedirte perdón por lo de hoy — dijo ¿Alegre?
—¿Okey? Amm te perdono— dije dudosa.
—Ruggero ya me aclaró que no siente absolutamente nada por ti y no sentirá nada jamás, solo me ama a mi y con eso me quedo tranquila— dijo con ego.
No sé si Ruggero lo haya dicho de verdad o ella esté intentando hacer que que me sienta mal ya que piensa que quiero algo con Ruggero. ¿Por qué arruinarlo con una relación?
—Ah, si, ya lo sabía. Ahora tengo cosas que hacer, chau— dije rápido y cerré la puerta.
Que necesidad de molestar tiene esta chica...
—No le hagas caso, es una farsante— dijo Carolina agarrando una tela azul.
—Con los pocos días que llevo ya me di cuenta, es muy celosa de su amorcito, igual no me hace ni un poco de daño que diga esas cosas sino que me molesta con la intención que lo hace
—Supongo que también lo serías teniendo a tremendo bombón a tu lado— dijo divertida y yo asentí, luego me di cuenta de lo que acabó de decir y golpee su brazo.
—¡Caro!— dije y reímos.
—Bien que te gusta— dijo alzando las cejas.
—Tiene novia, somos amigos, no queremos arruinar esa relación ¿Te suena?— dije.
—Si, ya conozco esa historia, y al final los amigos terminan juntos— dijo ella y comenzó a reír.
—Esta es diferente, yo no me meto con chicos que tienen dueña, tengo códigos— dije y lancé mi cabello hacia atrás.
—Haber si dices eso cuando se estén quitando la ropa— dijo entre risa porque ya sabía que yo le iba a dar un golpe leve.
—Loca— dije también entre risas.
Así pasamos un tiempo de amigas, riendo, haciendo nuestros disfraces hasta que yo recordé que debía ir a ver si mis padres estaban afuera.
Corrí a la entrada y si, allí estaban.
—Hola— saludé alegre.
—¡Hola!— saludó mi madre y mi padre repitió el acto.
Así nos pusimos un poco al día pero ya se hacía tarde y debía comprar mi vestido.
Luego de ya tener la plata en mis manos busqué a Carolina quién también tenía lo suyo.
Pedimos permiso para salir y nos dejaron ya que sería por una causa colegial.
Recorrimos muchas tiendas hasta encontrar el indicado, al menos yo encontré uno. (Imagen de Multimedia)
Carolina tenía unas bolsas en sus manos así que de seguro ya lo había encontrado.
—Listo— dijo feliz.
—Vamos entonces — dije de la misma manera.
Caminamos hasta el internado hablando de cualquier cosas que se nos venga a la mente.
Al llegar, estaban Ruggero y Agustín sentados debajo de un árbol.
—Hola— saludó Carolina.
—Hola, gracias por invitarnos— dijo ahora Ruggero poniéndose de pie.
—Seguramente no iban a ir de compras con nosotras, recorrimos un montón de tiendas hasta encontrar lo que queriamos— dije y reímos con caro.
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Amigos Con Beneficios ☆
Teen FictionNo quiero arruinar nuestra reciente relación de amigos, pero también quiero divertirme un rato ¡Para eso existen los amigos con beneficios! Además sin sentimientos no hay sufrimiento ¡Bien dicho! Ok, tal vez no entendí la parte de NO SENTIMIENTOS...