¿Te vas por mí?

743 55 28
                                    

Capítulo 57•

Karol

Incómodo, incómodo, incómodo. No hay otra palabra para expresar en este momento.

Estábamos mirando atentamente hacia el campo de juego dónde estaba por empezar el partido. Bianca estaba a mi lado mientras me contaba como era estar con Ruggero, se la veía ¿feliz? pero hay algunos datos que en serio no me hubiera gustado escuchar, y no es porque no lo sepa, sino que ya sé todo, y estoy hablando de lo sexual, por eso esta charla el malditamente incómoda. 
No es que ella esté contándome detalle por detalle, pero si está algo preocupada por como actuó él últimamente, y ahí en dónde si entro en detalles y solo me quedaba escucharla mientras Carolina se mordía el labio para no reír.

—Ah, ya va a empezar —mi amiga me saca de esa situación y le agradezco por lo bajo.

—¡Vamos amor! —la chica a mi lado grita, Ruggero se gira y le tira un beso. Me muevo un poco al sentir su mirada pero trato de no hacer caso.

Él se gira nuevamente y suelto el aire que por alguna razón lo tenía contenido.

Desde ese día que durmió en mi habitación no hablamos, nos cruzamos algunas veces pero nunca estábamos solos y agradezco eso, no quiero tener una conversación con él.

El partido comenzó y la multitud gritaba eufórica, algunos ni siquiera alentaban a un equipo pero aún así gritaban.

El primer tiempo fue tranquilo, ningún gol de ninguno de los dos, varios acercamientos pero no más que eso, iban muy bien ambos. Un nivel bastante alto, ahora entiendo por qué los chicos se la pasaban entrenando.

—Voy a buscar algo de tomar, ¿quieren algo? —nosotras negamos y Bianca solo asiente y se va junto con la chica que estaba a su lado, creo haber escuchado que era su prima, no presté mucha atención en ese momento. 

(...)

El segundo tiempo comenzó, iba todo tranquilo hasta que Ruggero obtiene la pelota, corre, corre, corre, le hace un pase a Agustín quién se la devuelve cuando varios jugadores obstruyen su paso, Ruggero entonces continúa solo hasta el arco y patea, la pelota gira rozando la mano del arquero y entrando en el arco ocasionando el grito de todos. Ruggero corre y todos comienzan a gritar y abrazarlo.

Él corre hasta en frente nuestro solo que había unas tres gradas más de diferencia. Sus ojos miel se encuntran con los míos haciéndome sentir cosquillas dentro mío, estira su mano apuntándome y guiña el ojo, sus compañeros otra vez se abalanzan sobre él.

Que carajos acaba de pasar.

Ruggero me dedicó ese gol

Teniendo a su novia a mi lado

Me lo dedico a mí

Bianca estaba algo confundida, notó que aquello no fue dirigido para ella y se removió en su lugar mientras miraba al suelo.

Carolina me pega suavemente con su brazo, yo volteo a mirarla —¿Y eso? —yo subo mis hombros, estaba igual de confundida que ella.

Bianca no dice nada, pero siento que está demasiado incómoda, ahora agarró su celular y ni siquiera mira el partido, su prima luce algo desconcertada y yo no digo nada, ni siquiera sé que decir.

A ver, sí, éramos mejores amigos y quizá es por eso que me lo dedicó, pero conocía desde mucho antes a Bianca, podría haberle dedicado uno de sus goles más importantes ¿no?
El partido finaliza, ganaron 1 a 0 así que todos estaban en el centro de la cancha gritando y festejando.

Amigos Con Beneficios ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora