Terminé con mi novia

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•Capítulo 40•

Karol

Quiero apagar mi mente, necesito poder sacar momento y personas, suena feo, pero es demasiado necesario si no logro enfocarme en mis estudios, o mucho peor, en esta bendita obra.

Nuestros compañeros de teatro están sentados en la primera fila, también hay otros que simplemente vienen a curiosear un poco, Carolina obviamente no podía perderse de nuestra obra, así que ahí está, alentandome del otro lado del escenario.

El hormigueo en mi estómago no se va, mucho menos sabiendo que tengo que besar a Ruggero frente a todos ellos. Yo puedo, solo es actuación, no es nada de otro mundo, ya lo has besado Karol, solo no sientas nada y ya está.

Ojalá fuera así de fácil.

Una persona llega a mi lado, por su alta figura y ese rico olor característico ya sé quién es —¿Lista? —pregunta Ruggero.

—Algo —sonrío nerviosa.

—Tú puedes hacerlo —me agarra la mano y deja un húmedo beso en ella. Mi loco corazón amenaza con salirse de mi pecho.

Antes de pasar practicamos un poco como iba todo y es genial, ahora debemos reflejar todo a través de la actuación.

—Bien, ¡adelante grupo dos! —todos nos miramos y pasamos al escenario.

Primero está Julia que camina con confianza y tranquilidad a la vez, luego Candelaria, Ruggero y Agustín caminan de un modo normal aunque parecen un poco nerviosos, y luego está el desastre, Karol Sevilla, mis manos sudadas y temblorosas no me dejan agarrar bien el papel y mis piernas parecen gelatinas.

Tomo aire y comenzamos.

Les resumo la historia, Candelaria y Ruggero eran felices, no la felicidad que necesitaban pero estaban bien.

Ahí es donde llego yo, siempre veía pasar a Ruggero y me parecía muy guapo, cuando supe que tenía novia me desanime un poco pero igual seguía mirándolo.

Al parecer yo no era la única, porque él también se fijaba en mí, y así, un día encontró mi Instagram y me escribió, comenzamos una bonita charla y nos hicimos amigos, cuando Ruggero creyó tener muchos sentimientos hacia mí terminó con su novia, y esa es la parte del beso, mierda.

—Terminé con mi novia —dice él.

Mi mente viaja hacia la vida real, es como si Ruggero me está diciendo que ya está soltero, pero sé que no y bo debo confundir las cosas.

—¿Por qué? —mi personaje tiene que verse sorprendida y curiosa.

—No sentía lo mismo, ¿para qué voy a quedarme en una relación si no siento nada? Sería mentirme a mí y mentirle a ella.

—¿Y como se lo tomó?

—Está muy mal, pero era el momento de hacerlo, no puedo obligarme a sentir cosas que no existen —él se empieza a acercar.

—Wow, la verdad no me esperaba eso —Ruggero asiente y sigue dando pasos hacia mí.

Llegó el momento, el primer beso de los personajes.

Toma mi rostro y mira mis labios, rompe el espacio entre nosotros, y una vez que sus labios tocan los míos me pierdo en ellos, me pierdo de todo  y solo me dejo llevar. Hace tanto no lo besaba, y esto se siente tan bien.

Siento que alargamos el beso más de lo debido así que me separo tímidamente y sigo con mi guión.

—Nos vemos —sonrío.

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