¿Somos raras?

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•Capítulo 27•

Karol

Ya al fin con ropa puesta nos ponemos a pensar quién puede estar jugandonos esta broma de mal gusto.

—Si no son Valentina ni Candelaria ¿quién puede ser? —Carolina camina y camina por la habitación.

—¿Y porqué no pueden ser ellas?

—No había ropa en su habitación —la obviedad en su voz es notoria.

—Se pusieron súper nerviosas, además pudieron haberlas escondido, yo no descartaría esa opción —ella asiente.

—Karol, no quiero meternos en problemas, solucionemos esto sin involucrar a nadie —guarda la carta que encontramos hace unos minutos.

—Tranquila, vamos a descubrirlo rápido, y solas —chocamos las palmas.

Luego de gimnasia y todo el problema se hicieron las cinco de la tarde, tengo que investigar algo para historia y ya, esa es toda mi tarea.

Carolina investiga conmigo pero hacemos diferente para que no diga que nos copiamos.

La puerta suena en golpes un tanto peculiares, puedo apostar que es Ruggero.

Abro y sí, es él.

—Ey —lo saludo, o lo que sea eso.

—¿Todo bien? —me pregunta.

—¿Si? ¿Por qué? —hablo dudosa, entonces recuerdo, el nos vio en toalla hace unas horas y seguro se quedó con la duda de que había pasado.

—Por lo de hoy, estaban en toalla, pero no me pereció raro, no viniendo de ustedes, solo que después hablaron con la supervisora.

—¿Viniendo de nosotras? ¿Somos raras? —me hago la ofendida y reímos.

—Es algo extraño lo que pasó, pero por cuestiones de seguridad lo invito a mi cuarto.

Él me mira extrañado pero su sonrisa sigue ahí.

Pasamos y cierro la puerta, no es mentira lo que le dije, no quiero que nadie escuche, y con nadie me refiero a Carolina, Valentina o alguna persona relacionada con ellas, y eso incluye a... ¡Oh por Dios! Mi hermana, estaba hablando con ellas, ruego que no hagan algún plan contra mí porque Zadahna sabe cada uno y todos mis secretos.

Ruggero saluda a Carolina y se sienta en mi cama, yo también me siento dando un suspiro.

—A alguien de este internado no le caemos bien, esa persona nos quitó la ropa que dejamos en los baños de abajo —él me mira y luego mira la ropa, lo primero que ve es mi remera cortada.

—¿Esta la cortaron? —pregunta y yo asiento. —¿Tampoco les dejan usar el baño? Es algo raro —él parece pensar mas en el motivo por el cual no nos dejan usar el baño que en las personas que nos odian, no lo culpo, no parece ser la gran cosa.

—Seguro es el presupuesto, un baño para cada habitación quiere decir más jabón, papel, muchas cosas que no han de poder seguir pagando, es mejor mantener veinte baños que todos los que hay en este internado
—Carolina parece saber de lo que habla, y la verdad tiene razón, no se cuántas habitaciones habrá pero son muchos pisos.

—Si, seguro, tal vez clausuren estos y no podamos usarlos más —dice Ruggero y nosotras coincidimos.

—Oye ¿sabes algo de Agustín? —la pregunta va dirigida a Rugge pero los dos me miran extrañados y mucho más Carolina.

—¿No? —suelta dudoso. —Es decir, no, no hay nada que tenga que saber, solo lo he visto a la mañana.

—Es que creí que tal vez el puede saber algo, está siempre con Valentina y puede que haya escuchado si planeaban algo en nuestra contra —Carolina queda mirando a la nada, pareciera estar asustada pero a la vez tranquila ¿eso se puede?

Amigos Con Beneficios ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora