Eso fue... Intenso

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•Capítulo 48•

Karol

Dos semanas pasaron desde que decidieron separar a las chicas de los chicos, y la razón es un conjunto de padres que no estaban nada de acuerdo a que estemos todos juntos, y verdaderamente, tenían razón, me siento más cómoda así, agradecería mucho más si también cambian a Candelaria y Valentina pero sé que es imposible.

Carolina pudo volver a su color natural pero jura vengarse de ellas, y yo obviamente voy a ayudarla, a mi me han hecho enojar tantas veces que ya ni recuerdo cuantas.

Ya no tenemos a chicas intimidantes detrás nuestro, otro milagro, demostramos buen comportamiento y el director nos dijo que cualquier problema que causemos ellas volverían.

Hoy es el día en que voy a hablar con Ruggero, pasó muchísimo hasta que al fin coincidimos en un día para vernos, en el patio no hay problema de que estemos juntos, y el comedor sigue siendo para todos así que no es muy diferente a lo que era antes.

Salgo al patio luego de almorzar acompañada de Ruggero, tenemos unas horas hasta que yo tenga que entrenar fútbol así que vamos a aprovecharlas.

-Llegamos -me siento en un banco debajo de la gran sombre que hace el árbol.

-Bien -suspira Ruggero y se sienta a mi lado.

No sé como se hacen estas cosas pero estoy preparada para lo que quiera decirme.

-¿Cómo te sientes con que tenga novia? -ok, sin dudas no estaba preparada para eso.

¿Qué carajos se supone que debo responder?

Solo, abre tu corazón Karol, solo eso.

Si ajá, como si fuera fácil.

-Bien -asiento tratando de convencerlo.

-Karol -me hace esa mirada que dice "Vamos, no mientas"

-Debo admitir que me tomó por sorpresa, y vaya que lo hizo
-recuerdo su cumpleaños -Pero es tu vida Ruggero, y tal vez tomaste una mala decisión, y si no fuera por eso no estaríamos teniendo esta conversación, no es el hecho de que estés con pareja, simplemente es porque no me lo habías dicho -puede que haya sonado brusco, en mi mente sonó mejor.

-Entiendo -lame sus labios -Le conté de nosotros -mi corazón deja de latir unos segundos y como por inercia mis ojos se abren más grandes de lo normal.

-¿En serio? ¿Y qué te dijo? -estoy muy nerviosa para formular bien las palabras, presiento que ahora le voy a caer muy mal a Bianca.

-Sí, no quería que tú sigas mal, y yo no quería cargar con esto por siempre así que le dije, no se lo tomó nada bien al principio -en su cara puedo ver el dolor que refleja ahora, ¿cuando se volvió él una persona fácil de leer? -Unas semanas no me habló, dijo que necesitaba pensar las cosas, hace unos días me envió un mensaje diciendo que me perdona y que quiere seguir con la relación.

Me siento una mierda, soy una mierda.

Tiro mi cabeza hacia atrás mientras pienso en todo lo que me acaba de decir.

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